Por: Javier Enciso, Socio de Auditoría PwC Colombia
Históricamente, pocas empresas habían tenido un sistema para la administración y gestión de sus arrendamientos. Es por esto por lo que, cuando la Norma Internacional de Información Financiera No. 16 “Arrendamientos” entró en vigencia el 1 de enero de 2019, además de tener un impacto sustancial en los informes financieros de muchas entidades, representó un reto enorme para los preparadores de información financiera en la definición de procedimientos para el manejo de datos y la definición de controles entorno a los contratos de arrendamiento que ya se tenían suscritos y a los que posteriormente se suscribirán.
El impacto de la NIIF 16 dependió de varios factores:
- La naturaleza y el tamaño de la cartera de arrendamientos de una empresa.
- El estado actual de los procesos y sistemas de arrendamiento.
- La fortaleza del ambiente de TI de la empresa.
- El nivel de centralización de los arrendamientos.
Los estudios y encuestas que desde el año 2016 han venido siendo realizadas por PwC sobre la NIIF 16 abordaron, en primera instancia, el impacto cuantitativo de incluir los arrendamientos operativos en el balance por industria y área geográfica, y luego comprender cómo progresaron las implementaciones de esta norma para definir dónde continúan los desafíos.
Si bien no es una sorpresa que muchas empresas subestimaron el esfuerzo, comenzaron demasiado tarde y aún no se han dado cuenta de los beneficios comerciales más allá del cumplimiento. Un fuerte enfoque en dar cumplimiento a la norma, combinado con poca inversión en el fortalecimiento de sistemas ha provocado que muchas organizaciones tengan aún hoy desafíos en la gestión de arrendamientos y los procesos de contabilización de estos.
Ahora que las organizaciones están más allá de la transición, la atención se tendría que centrar en optimizar los procesos y utilizar el análisis de datos para extraer valor comercial de la información centralizada de los arrendamientos. Sin embargo, muchas entidades ni siquiera han realizado sus medidas de desempeño.
¿Qué pasó?
Implementación a la carrera
Muchas empresas subestimaron los esfuerzos de implementación de la nueva norma y muy pocas utilizaron todo el período de implementación de tres años. Entonces, para la mayoría, fue una carrera para implementar el estándar y lograr el cumplimiento de la NIIF 16 para el 1 de enero de 2019.
Las empresas encontraron problemas importantes con la implementación de soluciones de TI, en parte debido a la falta de funcionalidades, la inmadurez de los sistemas y de los proveedores de TI en relación con los arrendamientos en el mercado, y en parte debido a los diversos procesos comerciales dentro de una empresa que crean desafíos de implementación inesperados. Como resultado, muchas empresas no han logrado una integración hasta la fecha de su solución de TI con la NIIF 16 y tuvieron que usar soluciones manuales y hojas de cálculo para lograr el cumplimiento de la norma.
Poca orientación
Pocas empresas se habían ocupado en el pasado de una contabilidad de arrendamientos financieros compleja, fundamentalmente porque no tenían arrendamientos en el balance. Como resultado, la aplicación generalizada de la NIIF 16 creó una complejidad de aplicación significativa y desafíos para las empresas en áreas de juicio tales como la determinación del plazo del arrendamiento y las tasas de descuento adecuadas, las modificaciones del arrendamiento y la interacción con otras normas como la contabilidad fiscal. En estas áreas, la orientación que dieron los emisores de normas pudo no ser suficientemente detallada.
No se identificaron beneficios más allá del cumplimiento
A pesar de los datos y la transparencia adicional sobre los arrendamientos, muchas empresas aún no han identificado ni experimentado ningún beneficio de la NIIF 16 más allá del cumplimiento. Con un enfoque inicial primario en lograr el cumplimiento, las empresas no se han enfocado en utilizar los datos obtenidos para lograr beneficios comerciales más allá del cumplimiento. Se esperaba que las empresas aumentaran su gestión sobre los arrendamientos e implementaran decisiones más sólidas de arrendamiento versus compra.
Comunicaciones complejas con terceros, incluidos los inversores
Muchas empresas identificaron arrendamientos adicionales o plazos de arrendamiento más largos en la transición a la NIIF 16, mostrando una nueva realidad de las obligaciones de arrendamiento que implicaron, en muchos casos, un impacto importante en los indicadores financieros de las entidades, especialmente los relacionados con el endeudamiento y que han exigido amplias explicaciones en relación con las medidas alternativas de desempeño a menudo denominadas “medidas que no son PCGA” (por ejemplo: el EBITDA), lo cual crea desafíos para los terceros en la comprensión de la información financiera reportada después de la NIIF 16 y probablemente crearán una falta de comparabilidad entre compañías en los próximos años.
Finalmente, las empresas deben abordar la falta de procesos sostenibles y la integridad de sus soluciones de TI. Muchos han implementado soluciones de TI provisionales para la NIIF 16 y requieren funcionalidades adicionales en sus soluciones de TI para satisfacer sus necesidades continuas de informes y administración de arrendamientos.
Se ha superado un obstáculo importante para lograr la transición y el cumplimiento de la NIIF 16. Ahora es el momento de abordar los desafíos posteriores, en los cuales las empresas se enfrentan ahora al desafío de los engorrosos procesos continuos de arrendamiento y presentación de informes. Aún se requiere trabajo adicional para integrar aún más las soluciones de TI y automatizar y optimizar los procesos de informes de arrendamiento.