Por: David Perez-Reyna
Un sistema de seguridad social ayuda a que el Estado pueda cubrir riesgos que un individuo de otra manera no podría. Encontrar el sistema óptimo implica analizar el balance entre apoyos en momentos de dificultad y evitar crear incentivos para que los individuos dejen de cubrir los riesgos que sí podrían cubrir. La manera en la que la Premier League inglesa reparte entre los equipos de fútbol que la componen los pagos que recibe por concepto de transmisión de los partidos por televisión da ideas sobre ingredientes de un buen sistema. En particular es de resaltar que hay una transferencia básica no condicionada, y buenos incentivos para que los equipos quieran tener un buen desempeño.
La Premier League inglesa hace dos tipos de reparticiones de los ingresos que recibe por concepto de venta de los derechos de transmisión de sus partidos. Un 50% se reparte en partes iguales a todos los equipos de manera no condicional, y el resto depende directa o indirectamente de resultados del equipo: 25% se reparte según los partidos que se transmitan en vivo, aunque cada equipo tiene una garantía mínima de partidos con esta transmisión, y el 25% restante se reparte según la posición en la tabla final de resultados. Así, al final de cada temporada los ingresos recibidos por cada equipo varía, pero cada equipo recibe un monto mínimo considerable, que puede gastar como mejor lo considere. Esto permite que todos los equipos puedan contratar buenos jugadores y hacer adecuaciones a sus estadios, y a la vez hay incentivos importantes para tener buenos resultados en los partidos.
Este esquema podría dar una idea sobre un buen sistema de seguridad social. Para empezar, cubre los riesgos de manera importante. Independientemente de cómo le vaya a un equipo, sus ingresos mínimos son considerables. Pero está claro que un mejor desempeño implica mejores ingresos, entonces el interés de los equipos estará dirigido a tener el mejor desempeño posible.
Esto último es consistente con el sistema de competencia que tiene la liga inglesa. El equipo que gana es el que tiene mejor desempeño a lo largo de toda la temporada. Los peores equipos en cada temporada descienden y quedan con una protección menor ya que las divisiones inferiores tienen menores ingresos para repartir. Esto último también hace que en las divisiones inferiores haya incentivos para querer ascender a la liga máxima.
Algo para resaltar es que esos incentivos buenos para que los equipos quieran jugar lo mejor posible existieron antes de que se lograra el acuerdo de transmisión de los partidos. Es decir, dicho acuerdo mejoró los incentivos, y las condiciones de los equipos, pero esto fue adicional a las reglas de juego que ya generaban buenos incentivos. De hecho, que se tenga un ingreso mínimo importante es resultado de que el nivel de la liga ya era bueno. En Colombia no podemos aspirar a que los equipos tengan ese tipo de condiciones porque, para empezar, los equipos no tienen incentivos para ser los mejores: el peor equipo de un torneo no desciende, el mejor equipo muchas veces no es el campeón, hay equipos para los que es más rentable quedarse en la segunda división y hasta hay equipos de la primera división que prefieren jugar sin público.
La mejor enseñanza para tener un sistema de seguridad social que da la liga inglesa es que se necesitan buenos incentivos para que querer ser los mejores. De lo contrario nadie va a querer financiar un ingreso básico que sea suficientemente alto.