La salud mental de los empleados es uno de los riesgos más importantes a los que se enfrentan los empleadores hoy en día. Problemas como la ansiedad, el estrés, la depresión y la adicción se están convirtiendo en una fuente de creciente preocupación en la fuerza laboral de todo el mundo.
La salud mental es una gran preocupación a nivel global, y en Latinoamérica no es la exepción, ya que los trastornos mentales representan una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, con la depresión a la cabeza de la lista. Los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias tienen un alto impacto en los resultados de salud y suponen el 13% del total de enfermedades a nivel global.
El estudio Health on Demand 2023, de Mercer Marsh Beneficios, revela que casi la mitad de los empleados en la región (47%) se sienten estresados en su vida cotidiana y más de la mitad (52%) han trabajado en el último año mientras se sentían mentalmente enfermos.
Bajo esta línea, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente una cuarta parte de la población mundial experimentará algún tipo de trastorno de salud mental a lo largo de sus vidas. Estos trastornos tienen un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar de las personas afectada y en específico los trabajadores. Basta con comentar que la mitad de los empleados en Latinoamérica (48%) informan sentirse estresados en el día a día y cuando se les preguntó qué factores los ponían en riesgo de agotamiento en el trabajo, los tres primeros fueron presiones laborales (54%), liderazgo deficiente (39%) y cultura tóxica (37%).
Por otro lado, más allá de los factores estresantes del trabajo, el 55% de los empleados indicaron que durante el año anterior trabajaron sin sentirse bien mentalmente; porcentaje que asciende a 61% para los empleados que indicaron laborar en el mismo periodo de tiempo sin sentirse físicamente bien, lo cual representa un riesgo para las organizaciones que se puede materializar en ausentismo, rotación, disminución de la productividad y de la rentabilidad.
Claramente, esta situación es insostenible. Los problemas de salud mental se asocian con muchos resultados negativos en el lugar de trabajo, incluida la baja moral y la disminución del compromiso de los empleados, el aumento de las tasas de ausencia por enfermedad y las tasas más altas de rotación de personal. También conduce a un mayor número de reclamaciones directas de seguros de salud, y a un aumento de las primas.
Para mitigar los riesgos para la salud mental, los profesionales de RRHH y de riesgos deben abordar estos problemas. Los problemas a los que hay que prestar atención incluyen horarios de trabajo insalubres, aislamiento, una cultura tóxica de la culpa, falta de control e incluso intimidación y acoso. Actualmente, solo el 37% de los empleadores dicen que diseñarán el trabajo teniendo en cuenta el bienestar, como las consiguientes cargas de trabajo realistas, la reducción de la complejidad y la implementación de días sin reuniones.
“No hay nada más importante para la salud de una empresa que la salud de su gente y las comunidades en las que opera esa empresa. COVID-19 desafió a nuestro sistema de salud global, pero la capacidad de los empleadores para tener un impacto positivo en la salud y la capacidad de recuperación de los empleados es uno de los aprendizajes más importantes”, dijo Ariel Almazán, Lider Regional Workforce Health Latinoamérica y el Caribe en Mercer Marsh Beneficios.
Un riesgo millonario para las empresas
En el informe global de riesgos, presentado por el Foro Económico Mundial se indicó que los trastornos de salud mental están en aumento en todos los países del mundo y podrían costarle a la economía global hasta 16 billones de dólares entre 2010 y 2030 si no se aborda la falta de respuesta colectiva, lo anterior sin considerar la pandemia que vivimos hace 3 años, ya que en 2024 estos costos podrían ser de hasta 6 billones al año, de acuerdo con la OMS.
Definitivamente la salud mental es un riesgo internacional y hemos sido advertidos durante las últimas dos décadas sobre esta inminente catástrofe. Los empleadores están en una posición única para reducir los riesgos y mejorar el acceso a los sistemas de apoyo. Dejar la salud mental en manos de las personas no es suficiente. Entonces, ¿qué pueden hacer los empleadores para apoyar a los empleados y reducir la incidencia y el impacto de las enfermedades mentales?
Recomendamos las siguientes tres acciones:
- Aumentar la concienciación sobre la salud mental
- Considere cómo el diseño y la cultura del trabajo afectan la salud mental
- Proporcionar acceso a beneficios integrales relacionados con la salud mental.
Por ejemplo, los empleados que se identifican como LGBTQ+ tienen muchas más probabilidades de experimentar ansiedad y depresión y es más probable que informen que trabajan mientras no se encuentran mentalmente bien, mientras que los empleados con responsabilidades de cuidado tienen más probabilidades de estar estresados en la vida cotidiana que los no cuidadores. Comprender las presiones experimentadas por los diferentes segmentos de la fuerza laboral permitirá a los empleadores brindar un mejor apoyo a sus necesidades particulares.
Por último, los empleadores deben poner en marcha beneficios para los empleados diseñados para apoyar plenamente el bienestar mental.
Cuando un empleado tiene problemas de salud mental, es vital que tenga acceso rápido y fácil a un tratamiento de buena calidad. Cuanto más tiempo esté alguien fuera del trabajo debido a problemas de salud, menos probable es que regrese. Hacer que vuelvan a trabajar, incluso con una capacidad reducida, acelera la recuperación, retiene el conocimiento y reduce los costos.
Mercer Marsh Beneficios, destaca el gran trabajo que muchas organizaciones están comenzando a hacer, ya que en 2023, los empleados están valorando en gran medida el apoyo brindado por sus empleadores, el 61% de los encuestados percibe que su empresa se preocupa por la salud y bienestar de sus trabajadores, y el 70% se siente próspero en su actual rol u organización; esta percepción de cuidado está directamente relacionado con la estrategia de beneficios, salud y bienestar que tiene implementada, y es así como el 79% de los empleados que tienen acceso a más de 10 beneficios indican que es menos probable que se cambien a otro empleo, y adicionalmente el 92% están seguros de solventar el pago de una atención médica en caso de requerirse, impactando de forma positiva en la propuesta de valor para el empleado,