Para las personas que no están completamente familiarizadas con los términos “ejecución presupuestal” podemos decir que es la manera técnica para indicar si el gobierno se está gastando la platica del presupuesto en los bienes y servicios prometidos a la población. En este momento, con corte a 31 de julio de 2023 el gobierno del cambio tiene un nivel de ejecución inferior al 30% en los conceptos de inversión, esto implica que aspectos como infraestructura, reforma agropecuaria, desarrollo social y el cierre de las desigualdades se vean afectados.
Es por medio del presupuesto y del gasto público que se hacen realidad las prioridades del gobierno, las promesas de campaña y lo consignado en el plan nacional de desarrollo, conseguir logros en temas tan importantes como el desarrollo social, el apoyo a la economía popular y la reforma agraria, pasan por ejecutar gasto, es decir, invertir en capacitar a la población, en apoyar a los emprendimientos, comprar tierras o hacer distritos de riego, y ello implica desde la estructura estatal formular, estructurar proyectos y posteriormente celebrar contratos.
Cuando existe la celebración de contratos con el proveedor de bienes o de servicios para cumplir las metas de gobierno, se genera el gasto y por ende la ejecución de los recursos, que se da en dos momentos, el primero cuando se comprometen los recursos en un objetivo de gasto y el segundo cuando se recibe a satisfacción lo contratado, hecho que genera pagos y en consecuencia una ejecución efectiva de recursos.
El gasto público que realiza el gobierno pasa por unas fases, las entidades de la rama ejecutiva deben saber qué van a entregar a la ciudadanía en bienes y servicios, cuándo lo quieren entregar, y cuánto quieren entregar, esas son las tres preguntas básicas para iniciar su planeación presupuestal un año antes a la ejecución; posteriormente, se requiere estructurar proyectos con metas, fechas e indicadores y desagregarlos en procesos contractuales con los que lograrán obtener los entregables de cada proyecto.
Por lo anterior, cada uno de los ministros, directores de entidades y gerentes públicos, debe hacer un balance y poner en orden sus cuentas, revisar las metas que tiene a cargo, dimensionarlas, poner responsables, fechas, y asignar presupuesto a cada una de ellas, para que así, lo antes posible pueda estructurar procesos contractuales en todas sus dimensiones, técnica, legal y financiera con el fin de garantizar la mejor calidad de lo contratado y asegurar las ejecuciones físicas y financieras de los proyectos y metas de gobierno.
Cumplirle a la población colombiana es una prioridad, pero implica mucho trabajo desde la gerencia de proyectos, la ejecución contractual y finalmente la ejecución de los recursos financieros que todos aportamos con nuestros impuestos. El gobierno aún está a tiempo de mejorar su ejecución presupuestal, dinamizar el gasto público y entregar lo mejor del aparato estatal.