Cuando comienza a verse la luz al final del túnel en la economía mundial, gracias a la distribución de la tan esperada vacuna contra el Covid-19, es válido cuestionarse acerca de qué tanto se verá impactada la inflación en 2021 como resultado de los estímulos de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), entidad que anunció al cierre del año pasado que mantendría los tipos de interés prácticamente en cero y proseguiría con un estímulo monetario masivo hasta ver un progreso sustancial en las condiciones macroeconómicas.
El emisor norteamericano dio a conocer que continuaría con las compras de bonos por valor de 120.000 millones de dólares, aumentado su tenencia de valores del tesoro por valor de 80.000 millones y 40.000 millones en titulaciones hipotecarias hasta que se haya avanzado sustancialmente hacia los objetivos de pleno empleo y estabilidad de precios.
Así las cosas, las previsiones de la entidad que dirige Jerome Powell apuntan a que los tipos de interés se pueden mantener a niveles bajos, con un máximo del 1%, hasta al menos el 2023, cuando esperan que las condiciones del mercado laboral alcancen un nivel consistente y la inflación esté en camino de superar el 2% en la primera economía mundial.
Colombia no es ajena a las condiciones de baja inflación. El 2020 cerró con el dato más bajo en la historia desde que el DANE hace esta medición (1,61% anual).
Los prolongados estímulos llevan a tener entre los escenarios posibles, que la inflación pueda sufrir un rebote brusco frente a los bajos niveles actuales, llevando el aumento de precios a valores más altos a los presentados en la última década.