A pocos días de haberse presentado, por parte del Gobierno Nacional, el Proyecto de Ley de reforma fiscal, las críticas no se han hecho esperar. Por supuesto, una Ley que busca sacar de los bolsillos de los colombianos más de $23 billones, no iba a tener buena acogida.
Lo que llama la atención es que la lluvia de ataques proviene de todos los frentes. Tanto los partidos de oposición, como el mismo partido de gobierno se han mostrado contrarios a parte o a la totalidad de la reforma.
En la exposición de motivos se argumenta el porqué de este nuevo ajuste. Los programas sociales implementados para atender la pandemia, así como los recursos comprometidos para el mismo fin son los catalizadores de la reforma. Pero esto no ayudó a aminorar los comentarios en contra de ella.
Este escenario lo que deja claro es que la reforma es fiscal, pero sus implicaciones son políticas. En uno de los peores momentos de la historia reciente del país se está preparando un preocupante coctel que puede mover el péndulo político de 2022 hacia la orilla opuesta.