En respuesta a los cuestionamientos surgidos sobre la aplicación del IVA en las zonas comunes, la DIAN emitió un comunicado (ver NG-Comunicado de Prensa-019-2025) en el que aclara que el impuesto se aplica conforme a la normativa vigente, sin incorporar nuevos porcentajes impositivos. Esta aclaración se produce en un contexto donde la aplicación del IVA ha generado un debate intenso en Colombia, obligando a administradores y propietarios a revisar sus presupuestos. Algunos estudios sectoriales y análisis de consultoras señalan que, dependiendo de la región y el tamaño de la comunidad, los aumentos anuales en los costos administrativos podrían situarse en un rango aproximado del 3% al 8%.
El Ministerio de Hacienda ha resaltado que la interpretación del cobro del IVA en áreas compartidas sigue siendo un tema controvertido. Mientras ciertos expertos argumentan que esta medida puede favorecer una distribución más equitativa de los costos, otros advierten sobre la posibilidad de una sobrecarga financiera, especialmente en copropiedades de gran envergadura. La Ley 675 de 2001 continúa siendo la norma de referencia en materia de propiedad horizontal y, hasta la fecha, no se han aprobado modificaciones oficiales que introduzcan nuevos porcentajes impositivos en su aplicación.
Por otro lado, diversos estudios realizados por la Cámara de la Propiedad Horizontal han evidenciado que, en ciudades principales, el costo mensual de administración de una copropiedad suele variar entre los $100.000 y $200.000 pesos, aunque en determinadas comunidades con requerimientos específicos esta cifra puede ser mayor. Estos incrementos, junto a otros ajustes contables, representan un reto importante para las administraciones, que deben equilibrar la inversión en mejoras y el mantenimiento de la estabilidad financiera.
La actualización de los sistemas contables es uno de los desafíos cruciales en este contexto. Los administradores se ven en la necesidad de incorporar estos nuevos costos en los presupuestos, lo que implica no solo una modificación en la contabilidad, sino también la optimización en la comunicación de dichos cambios a los propietarios. La transparencia en el manejo de los recursos se vuelve esencial para prevenir malentendidos y conflictos dentro de la comunidad.
En paralelo, el sector tecnológico ofrece cada vez más soluciones para facilitar esta transición. Por ejemplo, Properix se destaca como una plataforma enfocada en la administración de conjuntos residenciales digital que, en su versión actual, permite la reserva de amenities e imputa automáticamente los costos asociados. La compañía asegura que sus funcionalidades se adaptan constantemente a los requerimientos de los residenciales y está desarrollando una solución integral para gestionar de forma ágil y sencilla los nuevos requerimientos fiscales. Daniel Laverde, vocero de Properix, comentó: “Nuestro objetivo es desarrollar una herramienta completa que automatice procesos y ofrezca mayor claridad en la administración de los gastos comunes, ayudando a los usuarios a cumplir con la normativa sin complicaciones.”
El impacto de la tecnología en la administración de copropiedades es innegable. Aunque las cifras pueden variar según el contexto, diversas experiencias y estudios han mostrado que la implementación de plataformas digitales puede reducir los errores contables en torno al 15% al 25% y mejorar la eficiencia administrativa hasta aproximadamente un 25%. Estas mejoras facilitan una gestión más transparente, permitiendo a los propietarios conocer en tiempo real el destino de sus aportes y, de esta forma, fortaleciendo la confianza en la administración.
Si bien aún existe cierta resistencia al cambio, la tendencia apunta hacia una mayor integración de soluciones digitales. La posibilidad de visualizar datos en tiempo real y gestionar reservas de forma automatizada se ha convertido en un elemento esencial para mantener la competitividad y la transparencia en el manejo de los recursos. Asimismo, la implementación de estas tecnologías promete transformar la experiencia de los residentes, quienes podrán disponer de informes detallados que respalden cada inversión.
Ante este escenario, las copropiedades deben prepararse para afrontar un panorama en el que la adaptación tecnológica será clave para superar los retos impuestos por la aplicación del IVA en zonas comunes. Con datos que evidencian el impacto económico y la necesidad de actualizar los sistemas contables, el sector apuesta por herramientas digitales que, sin sustituir las medidas tradicionales, complementen y refuercen la gestión administrativa.
En definitiva, la revisión del IVA en zonas comunes representa un desafío que, pese a generar incertidumbre, impulsa la modernización de la administración de copropiedades en Colombia.