Del 18 al 19 de octubre, en el marco de la celebración de los 10 años de la Maestría en Gerencia y Práctica del Desarrollo de la Universidad de los Andes, se realizará el Taller Conexión Pacífico, que visibiliza la primera generación de 60 magísteres étnicos orientados a la transformación efectiva y el desarrollo de esta región.
“Hoy como gerentes, nuestro gran desafío es impulsar una agenda socioeconómica de manera sostenible en nuestra comunidad. Al ser parte de esta primera generación de Magísteres étnicos, tenemos la responsabilidad de liderar, desde la gerencia diversa, los cambios que necesitan nuestros territorios, para la transformación del sector público y privado de nuestro país” afirma Estefanel Gutiérrez, Becario del Fondo Potencia Pacífico.
Esta cohorte de gerentes que incide en el tejido comunitario y empresarial para el desarrollo del Pacífico Colombiano, es el resultado de la alianza entre Manos Visibles, la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El propósito es generar agendas renovadas, innovadoras y estratégicas para pensar en otro Pacífico posible, en nuevos futuros que sean el motor que impulsen los cambios estructurales que necesita la región.
Ana Isabel Vargas, Directora Ejecutiva de Manos Visibles afirma que “estos liderazgos se fortalecen gracias al Fondo Potencia Pacífico, una de las apuestas de Manos Visibles para contribuir a la equidad a través de educación de alta calidad. Así, potenciamos una generación de gerentes, que desde la diversidad, incide efectivamente en el sector privado y el desarrollo de redes de trabajo e innovación, con cuatro énfasis: sostenibilidad ambiental, gestión cultural, (re)activación económica y salud pública”.
Por otro lado Diana Puerta, Directora de la Maestría en Gerencia y Práctica del Desarrollo en Universidad de los Andes asegura “realmente ha sido para nosotros un proceso profundo de aprendizaje, en donde hemos también reflexionado sobre nuestras capacidades de tener, fomentar y asumir una educación incluyente, que es absolutamente necesaria en un país como el nuestro, lleno de posibilidades, pero francamente unos de los más desiguales y con mayores retos del mundo. Esta experiencia nos permitió encontrar en la diversidad, sobre todo en la de nuestros estudiantes, una riqueza inmensa complemento más que oportuno para nuestra Facultad”, asegura.