El Gobierno Nacional ha anunciado su intención de activar la cláusula de escape contenida en la Ley 1473 de 2011, lo que implicaría la suspensión temporal de la regla fiscal. Esta medida se plantea ante un panorama fiscal retador: un déficit que podría alcanzar el 7% del PIB en 2025, frente al límite previamente establecido del 5,1% en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).
¿Qué es la regla fiscal y en qué consiste la cláusula de escape?
La regla fiscal es un marco legal que busca garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas a través de límites al déficit estructural y a la deuda del Gobierno Central. Su objetivo es evitar desequilibrios macroeconómicos que afecten la credibilidad financiera del país.
La cláusula de escape es una disposición excepcional que permite suspender temporalmente estas restricciones en circunstancias extraordinarias que afecten significativamente la economía nacional, como una emergencia social, sanitaria o una desaceleración severa. Su activación requiere aprobación del Consejo Superior de Política Fiscal (CONFIS) y un concepto técnico del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF).
Justificación del Gobierno
El Ministerio de Hacienda ha argumentado que la caída en los ingresos tributarios, junto con mayores compromisos de gasto y una menor dinámica económica, hacen necesario ampliar el margen fiscal. Esto permitiría mantener programas de inversión y protección social sin incurrir en un incumplimiento legal del marco fiscal vigente.
Se espera que el nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo, que será publicado el 13 de junio, detalle los ajustes a las metas fiscales, así como un plan de convergencia futura hacia la senda de sostenibilidad.
Efectos Potenciales
La suspensión temporal de la regla fiscal puede tener varios efectos sobre la economía, los mercados y la política pública, dependiendo de cómo se implemente y comunique la medida.
• Permitir un mayor espacio fiscal:
La medida otorga flexibilidad al Gobierno para sostener o ampliar el gasto público en áreas críticas como inversión, salud, educación o subsidios. Este mayor gasto puede contribuir a la recuperación económica, especialmente si se orienta a sectores con capacidad de reactivar el empleo y el consumo.
• Evitar un ajuste fiscal recesivo:
En lugar de aplicar recortes presupuestales inmediatos en un contexto de bajo crecimiento, la cláusula permitiría un ajuste gradual que limite el impacto social y económico de una consolidación fiscal abrupta.
• Sensibilidad de los mercados:
En contextos donde los inversionistas perciben un debilitamiento del compromiso con la sostenibilidad fiscal, existe el riesgo de que aumente el costo de la deuda para el país o que se presenten presiones sobre la calificación crediticia, especialmente si la suspensión no va acompañada de un plan de retorno claro y creíble.
• Credibilidad institucional:
La regla fiscal ha sido un pilar en la política económica colombiana desde su adopción. Su uso excepcional debe estar respaldado por razones técnicas y comunicarse de forma transparente para no afectar la confianza en la gestión macroeconómica.
Reflexión final
La activación de la cláusula de escape, contemplada por el marco legal colombiano, puede representar una herramienta legítima y necesaria para brindar flexibilidad fiscal en momentos de presión económica. Bien utilizada, permite evitar recortes abruptos que profundicen una desaceleración, y puede contribuir a proteger la inversión pública y el gasto social.
Sin embargo, esta decisión también envía señales que los mercados y analistas observan con atención. Su aplicación, incluso si está jurídicamente respaldada, puede ser interpretada como un debilitamiento del compromiso con la disciplina fiscal, afectando la confianza de los inversionistas y elevando el riesgo país.
Por ello, el verdadero impacto de la medida dependerá no solo de su implementación técnica, sino también de la claridad con la que se comunique, la solidez del plan de retorno a la regla fiscal y el compromiso real del Estado con la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano y largo plazo.

Víctor Ramírez. BDO.