Una herramienta como ArcGIS permite, entre muchas otras cosas, establecer cuáles son los lugares más adecuados para desarrollar proyectos de generación de energía eólica y solar.
La necesidad a largo plazo de una energía más limpia es evidente. El cambio climático no va a desaparecer y debemos promover el uso de energías no contaminantes que protejan los recursos naturales y a las comunidades. Las fuentes de energía distribuidas y renovables, como la eólica, la solar, el hidrógeno, la geotermia y el almacenamiento en baterías, respaldan la necesidad de una mayor resiliencia económica y social.
Para nadie es un secreto que la tecnología y la innovación se han convertido en los mejores aliados para que las organizaciones y compañías de cualquier sector o industria mejoren sus procesos, se vuelvan más productivas y, de cierta manera, aseguren su permanencia en el tiempo.
Una de esas soluciones que ha incursionado con éxito en distintos segmentos de la economía nacional es un completo sistema que permite recopilar, organizar, administrar, analizar, compartir y distribuir información geográfica, más conocido como ArcGIS.
Esta herramienta, líder mundial para crear y utilizar sistemas de información geográfica (SIG), es utilizada por personas de todo el mundo para poner el conocimiento geográfico al servicio de los sectores del gobierno, la empresa, la ciencia, la educación y los medios. Así mismo, permite publicar la información con un componente geográfico para que esté accesible para cualquier usuario. El sistema está disponible en cualquier lugar a través de navegadores Web, dispositivos móviles como smartphones y equipos de escritorio.
Teniendo en cuenta su habilidad para el manejo de información a través de mapas inteligentes, esta tecnología es utilizada en muchos campos como, por ejemplo, el sector energético, que se encuentra en plena transición.
Así, las empresas de energía que tradicionalmente se han dedicado a los temas de generación eléctrica, transmisión y distribución, están viendo que su negocio va a cambiar, precisamente porque la forma como hasta ahora se ha generado esa energía se está transformado debido a la migración hacia las fuentes renovables.
En Colombia, esas organizaciones venían generando energía hidráulica, pero el actual proceso de transición y el compromiso con la Agenda 2030 las ha llevado a analizar cómo pueden generar energía por medio de opciones renovables como la eólica y la solar.
De acuerdo con Marta Madrid, gerente del Sector de Servicios Públicos para Esri Colombia y Ecuador, la mayoría de los países en el mundo manejan la denominada ‘Matriz energética’ que, en el caso de nuestro país, tenía en la hidráulica su mayor fortaleza. Sin embargo, al igual que está sucediendo en el ámbito global, la apuesta ahora es por incrementar el uso de energías limpias como las que provienen del viento y del sol.
“A nuestros usuarios veníamos apoyándolos en todos sus procesos de producción de energía y sobre cómo tomar esa energía y llevarla desde un centro hasta las ciudades. No obstante, con esta nueva visión que busca la diversificación de esas fuentes hemos estado implementando nuestra tecnología con base en los nuevos procedimientos”, explica Madrid.
Con esta tecnología, conocida como ArcGIS, empresas como Empresas Públicas de Medellín (EPM), Isagen o Celsia, pueden recoger datos en campo, organizarlos en un repositorio central al que muchas personas tengan acceso, con el fin de visualizar, analizar la información en mapas dinámicos, tomar decisiones basadas en datos y ponerla a disposición de los grupos de interés.
El uso de esta herramienta se centra, entonces, en planeación, evaluación y factibilidad, para conocer cuáles son los sitios susceptibles para poder llevar a cabo proyectos de esta índole. “Si es energía solar, tienen la posibilidad (con imágenes de satélite o mapas inteligentes) de establecer dónde están los puntos de mayor radicación solar en Colombia o con la velocidad de viento adecuada, además de hacer análisis predial (disponibilidad, seguridad, accesibilidad), saber sobre las vías de acceso, etcétera”, anota la ejecutiva, quien agrega que una vez se ha fijado el lugar, pueden ejecutar los procesos de desarrollo y construcción del proyecto, todo lo que tiene que ver con licencias ambientales, el diseño, etcétera.
Adicionalmente, precisa que las compañías deben tener clara la parte de la transmisión, ya que si ellos producen energía tienen que llevarla a las subestaciones eléctricas y de ahí a las ciudades, por lo que deben tener presente cómo se van a conectar con las redes de transmisión del país y con el sistema interconectado nacional, con el objetivo de transportar la energía que generan y así poder venderla a las empresas de distribución en los grandes centros urbanos y poblaciones.
“Cuando ya el proyecto está construido se pasa a la fase de operación, con el debido manejo ambiental y de comunidades, y el cumplimiento que en esa línea deben acatar”, enfatiza Madrid, en relación con la ambiciosa meta de proteger el planeta y mejorar las condiciones de las personas.
Otros generadores de energía
Por otra parte, la Gerente del Sector de Servicios Públicos para Esri Colombia y Ecuador, señala que hay otro factor –que se está viendo mucho en Europa y los Estados Unidos– y es que hay proyectos más pequeños donde empresas, industrias y hogares se están inclinando por la instalación de paneles solares, con el propósito de producir la energía que necesitan.
Para esos casos, igualmente, gracias a esa tecnología se puede hacer un análisis alrededor de la radiación solar de los sitios que les interesan a las compañías y personas. “En Colombia hay centros comerciales que están instalando paneles en sus techos, lo mismo que colegios y grandes industrias. Para ellos también hay que realizar un análisis de factibilidad, sobre los techos que pueden servir para esos fines, estimaciones de la capacidad de producción o qué hacer con los sobrantes de energía para redistribuirla a las redes de distribución de las ciudades y recibir de allí alguna compensación, entre otros”, afirma la especialista.
Este sistema puede ayudar a los líderes a comprender el potencial energético, impulsar la selección del sitio, mejorar el rendimiento operativo y optimizar los sistemas de transmisión de energía para cambiar la forma en que las empresas aprovechan los recursos renovables, apoyando la ejecución de actividades asociadas principalmente al ODS 7 “energía asequible y no contaminante” y al ODS 12 “Producción y consumo responsables”.