Herramientas como las firmas digitales son indispensables para una reactivación económica segura que garantice la autenticidad, integridad y no repudio en todos los escenarios posibles para así mitigar la suplantación de identidad y los fraudes electrónicos.
El proceso de transformación digital que se aceleró tras la pandemia continúa y cada vez se hace más necesario avanzar en su implementación. Sin embargo, el aumento de fraudes, la suplantación y la estafa que son algunas de las modalidades de delitos cibernéticos en la nueva normalidad, han generado inconvenientes económicos en las empresas y hogares, obstaculizando que factores clave como los trámites virtuales cumplan su rol en la reactivación económica.
Según el más reciente estudio de TransUnion, anteriormente Cifín, y de acuerdo con el último estudio de Tendencias del Cibercrimen 2019 – 2020 presentado por el Tanque de Análisis y Creatividad de las TIC – TicTac de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones, CCIT, la violación de datos personales con 8.037 casos y los intentos de fraude digital durante la crisis sanitaria, aumentaron en un 206% siendo la segunda modalidad de cibercrimen que amenaza a las empresas y personas en Colombia, a través del robo de identidad.
Para hacer frente a esta problemática, durante veinte años, Certicámara ha apoyado a los negocios en el país con el uso de firmas digitales que protegen los documentos electrónicos de organizaciones públicas y privadas.
De igual forma, un estudio de Adobe, realizado en junio de 2021, revela que el 60% de los líderes empresariales y tecnológicos señalaron que las firmas digitales son un requisito fundamental para respaldar la agilidad, la continuidad y sobre todo la seguridad del negocio.
Este porcentaje se eleva al 77% en las regiones que requieren mayor cantidad de procesamiento de documentos digitales.
“En la pandemia tomó fuerza la virtualidad como un vehículo de relacionamiento personal y de negocios y es una tendencia que no se revertirá. De allí que el objetivo de Certicámara sea masificar herramientas de seguridad como la firma digital, que brinden tranquilidad a personas y empresas. Nuestro propósito es que el acceso a la firma digital sea fácil, económico y masivo para organizaciones públicas y privadas, así como para personas naturales. Con relación a esto, nuestro objetivo es llegar a las 200 millones de transacciones certificadas en 2021”, asegura Martha Moreno, presidente de Certicámara, entidad filial de la Cámara de Comercio de Bogotá y abanderada de la reactivación económica segura a través de productos como firmas digitales.
Las firmas digitales se han convertido en una herramienta indispensable. En 2020 Certicámara emitió más de 55.000 firmas digitales. A julio de 2021 lleva 40.000 firmas emitidas. La nueva normalidad ha aumentado la conciencia colectiva acerca de la importancia de la seguridad en el campo virtual. Sin embargo, es necesario llegar a más personas que aún no conocen cómo funciona una firma electrónica y una firma digital.
La verificación de la identidad, la garantía de autenticidad de los documentos y la búsqueda de un respaldo sólido para luchar contra la suplantación y la ciberdelincuencia son algunas de las necesidades que se han identificado en el entorno digital. Por esta razón, disponer de la tecnología de herramientas como la firma digital, será relevante para blindar la autenticidad e integridad de los documentos, prevenir ciberdelitos asociados y contar con medios probatorios idóneos.
Beneficios de utilizar una firma digital
1. Validación de la identidad del firmante.
2. Pleno reconocimiento de la firma digital en PDF. (está homologada con Adobe).
3. Contar con atributos como autenticidad, integridad y no repudio frente al documento suscrito.
4. Accesibilidad para personas naturales y jurídicas.
5. Amparo bajo un marco regulatorio seguro y robusto, a la vez que la infraestructura correspondiente para su emisión.