A mediados de diciembre pasado tuvimos la fortuna de visitar la parte sur de La Guajira, con el apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Fondo Nacional de Turismo (Fontur) y la Secretaría de Turismo de San juan del Cesar, quienes se hicieron a la tarea de promover los destinos turísticos menos visitados, para visibilizar sus atractivos turísticos, históricos, gastronómicos y culturales.
En este recorrido, no solo experimentamos las maravillas propias de la región, si no una grandiosa oportunidad de fomentar el turismo como eje de desarrollo sostenible y en búsqueda de impulsar el crecimiento en sintonía con una integración armónica entre las variables social, ambiental y económica.
La resiliencia convertida en oportunidad
Sin duda es toda una experiencia viajar por La Guajira. Destino fascinante en parte norte de Colombia con una belleza natural que sobrecoge, con distintos tonos de colores y climas agrestes unos, frescos otros, cada uno con su riqueza especial. A esto hay que sumarle toda la entraña cultural que permite ver como se interactúa con los ecosistemas desde las extensas playas hasta desiertos y montañas. Claramente es un potencial turístico, y con estos escritos de crónica de viaje procurar generar una conciencia mayor acerca de ese capital natural para que pueda convertirse en toda una infraestructura sostenible y afianzarlo como un destino especial.
En el mapa del departamento aparece un municipio especial: San Juan del Cesar, ubicado en el valle del río Cesar, al sur del departamento, anclado entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la serranía del Perijá, con una gran riqueza pluriétnica y multicultural y lleno de historia y un legado oral y cultural que se trasmite de generación en generación.
Nada más grato que recorrer sus calles, plazas y esquinas; sus iglesias; escuchar a la gente con su narrativa, con su propio acento y en sus historias hechas canciones. Disfrutar de una gastronomía que ofrece desde lo tradicional de las sabanas cálidas hasta productos más ligados con la cultura indígena. Sorprende especialmente sus planes de naturaleza, aventuras y ecoturismo con sitios cercanos como el Balneario El Totumo, Pozo la Estrella en El Placer, El Salto de Corral de Piedras, El Manantial de Cañaverales, en donde las aguas cristalinas permiten ver a los peces nadar. También están El Salto de la Peña y La Represa del Río Ranchería. Sus corregimientos tienen vida propia, destacándose Los Pondores, Cañaverales, Zambrano, Los Haticos, Lagunita, El Tablazo, Caracolí Sabanas de Manuela y La Sierrita. En fin toda una oferta especial para literalmente perderse en el mundo de lo natural con lo rural y campesino; la articulación interétnica; todo esto invitando a soñar.
Entre sus celebraciones más relevantes se encuentra el “Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata”. Todo esto gracias a que aquí es la cuna de más de cien compositores de este género musical, que, dicho sea de paso, nació en La Guajira. Figuras renombradas como Diomedes Díaz, Roberto Calderón; acordeoneros de la talla de Nicolás “Colacho” Mendoza, Juancho Rois, Franco Argüelles, entre muchísimos otros. Se puede aprender de esta riqueza en el “Museo y Escuela de Compositores en San Juan del Cesar”, donde se recopila toda la historia de los compositores, cantantes, acordeoneros y quienes que han labrado una verdadera historia de este género musical que ensalza nuestras raíces y lo han convertido en un emblema nacional y representación internacional de renombre.
Este festival se realiza a principios del mes de diciembre, durante tres días. Es un lugar de encuentro para propios y extraños, todos con un sentimiento en común: amantes del vallenato con una intensa agenda que pone a gozar a sus asistentes.
Artesanías que cuentan historias.
Además de la riqueza cultural, también hay que destacar las artesanías de San Juan del Cesar donde se destacan las mochilas, accesorios y los chinchorros o hamacas, tejidas en fique y teñidas de forma natural. Las más connotadas hechas cien por ciento a mano en la vereda “El Placer”, por la comunidad WIWA, quienes se han organizado en “Asoplacer”, (@herenciarte en Instagram). La dirección de este colectiva está en cabeza de la carismática Mabel Ester Vega Montaño, una profesora retirada que ha hecho de su comunidad un equipo de trabajo. A través de la elaboración de estas piezas, las cuales no solo son apreciadas por su belleza, sino también por su valor cultural y social, se transmiten conocimientos ancestrales de generación en generación, fortaleciendo así la identidad de las comunidades indígenas y el desarrollo económico de la región.
Gastronomía con mezcla de tradición y modernidad.
Como hemos dicho la gastronomía de La Guajira, es una fusión de sabores y tradiciones que refleja la riqueza cultural de esta región. Con influencias indígenas esclavas y españolas es un verdadero banquete para los sentidos. La cocina de San Juan del Cesar también es un atractivo turístico en sí misma. Los platos tradicionales y las nuevas apuestas gastronómicas reflejan la riqueza y diversidad culinaria de la región.
Tradicionalmente la gastronomía se ha basado en alimentos como el maíz, con el que se preparan arepas, bollos, arepuelas y empanadas; la yuca, que se consume en muchas presentaciones y como acompañante tanto en sancochos y asados. Son típicos de la región el queso sanjuanero, las carnes de res, chivo y cedro y el pescado de río. Otros platillos son los queques, chilonga, yuca guisada, mazamorras, pasteles de maíz, friche, el agua de panela, el chirrinchi, entre otros.
Diomedes Diaz toda una institución.
Finalmente, alrededor del compositor y cantante queda un legado de momentos y sitios para rememorar los pasos del “Cacique de La Junta”, quien verdaderamente es un ídolo amado por sus coterráneos.
La Junta y Carrizal, recordadas en algunas de sus canciones, permiten seguir “La Ruta del Cacique Diomedes Díaz”, una serie de momentos ligados a su vida. En el recorrido podemos conocer la “Casa de la Ventana Marroncita” conocida por ser el lugar en donde El Cacique le hacía visitas nocturnas a su eterno amor Patricia Acosta; la “Casa Galería Rosa Elvira Díaz”, hija mayor del cantante, quien lidera el revivir del legado de su padre y el Museo “Casa Carrizal”, tierra donde nació y vivió gran parte de su vida el ‘cantor campesino’, como solía llamarse.
En definitiva esta apuesta para del fortalecimiento del sector turístico, generará empleo, desarrollo de infraestructura, crecimiento comercial, diversificación de la economía. Así como, la preservación de la cultura y las tradiciones del municipio, por lo que la sostenibilidad está en cada aspecto antes mencionado. La invitación es mirar hacia estos territorios llenos de buenas sorpresas y cosas maravillosas para experimentar y por ahí mismo, poder apoyar a estas regiones que necesitan que les demos una oportunidad para su crecimiento.