En un contexto de alta morosidad en microcréditos fintech en Colombia (entre el 40% y 60%), la clave está en promover la educación financiera como una herramienta importante para contener el incumplimiento, fomentar hábitos de pago responsables y fortalecer la inclusión financiera en el país.
Pagar a tiempo un crédito puede marcar la diferencia entre abrir o cerrar las puertas del sistema financiero. En un país donde miles de personas aún enfrentan barreras para acceder a préstamos formales, las fintech se han convertido en un aliado para democratizar el acceso al crédito y, al mismo tiempo, promover la educación financiera que ayuda a manejar el dinero de manera responsable.
Cabe resaltar que, la cultura de pago consiste en cumplir las obligaciones financieras en las fechas pactadas. Según Asobancaria, fortalecer la cultura de pago es clave porque ayuda a prevenir la mora, garantiza que bancos y fintech puedan seguir otorgando créditos y, sobre todo, permite a cada persona construir un historial positivo. No obstante, en Colombia gran parte del aprendizaje sobre finanzas personales se da de forma empírica, dentro del entorno familiar, y no a través de procesos de educación formal. De acuerdo con datos del programa gubernamental La Banca de las Oportunidades, esta situación limita a muchos ciudadanos en el manejo adecuado de sus créditos.

Pamela Hernández Erzisnik, gerente de Wasticredit, explica:
“Un préstamo no debe ser solo una solución rápida; también es una oportunidad para que las personas construyan un historial positivo, aprendan a cumplir con sus obligaciones y se conviertan en parte activa del sistema financiero.”
Según Asobancaria las tasas de morosidad en los créditos de corto plazo ofrecidos por empresas de tecnología financiera (fintech) en 2025 se sitúan entre el 49 % y el 60 %, reflejando serias dificultades de los usuarios para cumplir con los plazos de pago establecidos. Esto indica una debilidad en la capacidad de pago de los clientes de estas entidades financieras digitales y una señal de alarma para el sector fintech.
Con procesos 100 % digitales, sin papeleos, codeudores ni comprobantes de ingresos, las fintech en Colombia permiten que más personas enfrenten emergencias económicas de manera ágil. Pero su apuesta no se limita a prestar dinero, en el caso de Wasticredit, el verdadero impacto está en acompañar a los usuarios con educación práctica que los ayude a organizar sus finanzas, crear un fondo de emergencia y evitar el sobreendeudamiento.
Más que préstamos: educación financiera
Wasticredit quiere que cada crédito sea también una lección de responsabilidad financiera.
Por eso comparte recomendaciones clave como:
- Pagar siempre en la fecha indicada para evitar intereses y proteger el historial crediticio.
- Solicitar solo lo que realmente se pueda pagar de acuerdo con los ingresos.
- Organizar gastos y priorizar el pago de obligaciones.
- Poner las deudas por encima de los gastos innecesarios.
- Ahorrar para imprevistos y así evitar incumplimientos.
- Informarse y entender los términos de los productos financieros.
Con este enfoque, Wasticredit mejora día a día sus estándares de comportamiento de cartera y promueve que la innovación financiera no dependa únicamente de la tecnología, sino de la capacidad de generar confianza, disciplina y oportunidades para el futuro de las familias colombianas. “Porque al final, no se trata solo de acceder a un préstamo, sino de aprender a pagarlo responsablemente», concluyó Hernández.