El Banco Mundial redujo su estimación de crecimiento para la región en 2025. El organismo proyectó un aumento del PIB de solo 2,1 %, inferior al 2,5 % esperado en enero. La baja inversión, el alto endeudamiento y la incertidumbre comercial impactan directamente en esta revisión.
Las economías latinoamericanas enfrentan desafíos estructurales que requieren reformas urgentes en productividad, competitividad y desarrollo de infraestructura. El acceso a tecnología y el fortalecimiento de la inversión extranjera juegan un papel clave en la aceleración del crecimiento.
El sector público y privado deben actuar de manera coordinada para superar estos obstáculos y aprovechar las oportunidades del contexto global. En este nuevo escenario, tanto empresas como gobiernos deben empezar a adaptar sus estrategias.