Con la llegada de diciembre, millones de colombianos reciben la esperada prima: un ingreso adicional que suele verse como la oportunidad perfecta para comprar, viajar o ponerse al día con gastos del hogar. Sin embargo, en un contexto económico desafiante y con una inflación que aún impacta el poder adquisitivo, cada vez más personas comienzan a preguntarse cómo hacer que ese dinero extra trabaje a su favor.
En Colombia, el ecosistema fintech ha crecido de forma acelerada: se estima que el número de empresas fintech pasó de 180 en 2019 a aproximadamente 369 en el primer cuatrimestre de 2023, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta de cerca del 19,7 % en los últimos cinco años.
Además, artículos recientes señalan que el país cuenta con alrededor de 400 fintech activas y un crecimiento del 380 % (según un cálculo de ese artículo) del sector en los últimos años.
En medio de este auge, plataformas como Wall Street Funded están impulsando un nuevo modelo de inversión basado en la educación, la transparencia y el acceso a herramientas de prop trading —una modalidad que permite a los usuarios operar con capital de la empresa una vez demuestran sus habilidades en los mercados financieros.
“Nuestro propósito es que más personas en Colombia comprendan que invertir no es un privilegio, sino una habilidad que se puede aprender y desarrollar. El modelo de prop trading abre la posibilidad de operar con capital de la empresa, reduciendo el riesgo personal y potenciando el aprendizaje práctico”, explica Albert Suriol, cofundador de Wall Street Funded en Colombia.
Este modelo democratiza el acceso a instrumentos de inversión que antes estaban reservados para expertos o grandes capitales, y promueve un enfoque más formativo: el inversionista no solo busca rendimientos, sino que adquiere conocimientos y hábitos financieros que le permiten tomar decisiones más informadas.
En palabras de los expertos, destinar incluso una pequeña parte de la prima a la inversión puede marcar una diferencia a largo plazo. Esta prestación laboral —la prima de servicios— equivale legalmente a un mes de salario anual para quienes trabajaron todo el año, divido en dos pagos (uno en junio y otro en diciembre).
Esto la convierte en un ingreso adicional relevante que puede usarse más allá del consumo inmediato. No se trata únicamente de multiplicar el dinero, sino de crear una relación más consciente con las finanzas personales, construir un fondo de respaldo y aprovechar herramientas digitales seguras para hacerlo.
Así, mientras muchos colombianos deciden gastar su prima en el corto plazo, otros comienzan a verla como un punto de partida para construir estabilidad financiera.
“El cierre de año es el momento ideal para repensar nuestras prioridades financieras. Con una parte de la prima se puede empezar a invertir, educarse y proyectar metas reales para 2026. Lo importante no es cuánto se invierte, sino empezar a hacerlo con propósito y estrategia”, concluye.
En un país donde la educación financiera aún es un reto —por ejemplo, gran parte de la población recurre a mecanismos de crédito informal con tasas de hasta 380 % en casos extremos de “gota a gota”. Iniciativas como la de Wall Street Funded invitan a transformar la mentalidad de consumo por una de crecimiento e independencia económica.