El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año y su principal objetivo es generar conciencia sobre la importancia de cuidar los recursos de agua en el planeta, un elemento vital para la vida de todas las especies de la Tierra.
En la víspera del Día Mundial del Agua, Marsh McLennan, en colaboración con el Foro Económico Mundial, destacan la urgencia de abordar los riesgos climáticos y de sostenibilidad que han cobrado vital relevancia en el Informe de Riesgos Globales 2024, presentado en Davos (Suiza) en enero de 2024. Este informe subraya los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), la creciente preocupación por fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad y colapso de los ecosistemas y la escasez de recursos naturales, evidenciando una interconexión significativa con desafíos económicos y sociales.
La realidad climática actual, marcada por el incremento de fenómenos como el reciente Fenómeno del Niño, ha llevado a situaciones críticas en Colombia, como la disminución de agua en el embalse El Peñol – Guatapé, que presenta una disminución considerable del 50%, según los expertos. Además, la amenaza de escasez de agua en cientos de municipios en el territorio colombiano, según el más reciente estudio del IDEAM. Esta situación se ve agravada por el aumento en el consumo de agua y la posible reducción en la generación de energía hidroeléctrica, lo que refleja la magnitud del desafío que enfrentamos.
«Los eventos climáticos extremos, que cada vez son más frecuentes e intensos, no solo afectan la biodiversidad y los ecosistemas, sino que también tienen un impacto profundo en nuestra economía y sociedad», asegura Rodrigo Suárez, ESG Líder de Marsh Latinoamérica. «Es imperativo que las empresas y gobiernos comprendan y gestionen estos riesgos, no solo para proteger el medio ambiente sino, para asegurar un futuro sostenible para todos», agrega.
Cambio climático, el mayor riesgo de la próxima década
El Informe de Riesgos Globales 2024 posiciona el cambio climático como uno de los riesgos más probables en la próxima década, subrayando la necesidad de una acción inmediata. En este contexto, la gestión de riesgos medioambientales se convierte en una prioridad crítica para empresas, gobiernos y la sociedad en general.
El impacto del cambio climático lo estamos viendo muy activo en Colombia, prueba de ello son algunos sucesos que se han registrado bajo condiciones de fenómenos meteorológicos extremos como la disminución del agua en el Embalse de San Rafael, por ello, el llamado de algunas gremios asociados con la generación de energía o generación de gas ante posibles racionamientos o reducción de la generación a través de fenómenos hidroeléctricos por el fenómeno de El Niño que estamos viviendo.
La presión sobre las empresas para identificar y gestionar riesgos ambientales nunca ha sido mayor. Los reguladores, inversores y el público exigen responsabilidad y acciones concretas para enfrentar los desafíos emergentes, incluyendo nuevos contaminantes y cambios normativos.
«Invitamos a todos a entender y gestionar estas condiciones meteorológicas extremas de manera efectiva, puesto que hay una interconexión entre dichos riesgos y otros como las perturbaciones a las infraestructuras críticas, a las interrupciones de la cadena de suministro, entre otras, y como con una mirada de los riesgos de clima y sostenibilidad se empiezan a desarrollar otros riesgos sociales, políticos, por esto, el momento de actuar y el cambio está en cada uno de nosotros y mirar nuestra relación con nuestro entorno, nuestros sistemas y el recurso hídrico», finaliza Suárez.
Este Día Mundial del Agua, Marsh McLennan y sus colaboradores promueven la reflexión sobre la importancia crítica de abordar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) de manera proactiva. La protección y preservación del agua, un recurso vital, requiere del compromiso conjunto de todos los sectores para garantizar un futuro sostenible y resiliente frente a los desafíos ambientales que enfrentamos.