El país podría verse favorecido en 2023 del restablecimiento de las relaciones con Venezuela.
El 2022 fue un año caracterizado por alta inflación en varias regiones del mundo. Estados Unidos y países europeos experimentaron incrementos en precios que no veían en casi medio siglo, todo esto derivado de problemas logísticos heredados de desbalances entre oferta y demanda durante la pandemia por Covid 19, de altos precios en energéticos e insumos agrícolas por la confrontación bélica entre Rusia y Ucrania, de las restricciones productivas en China por la política de cero covid, entre otros que no solo impactaron a las grandes economías sino que también se extendieron a regiones como Latinoamérica.
Uno de los principales efectos fue el incremento de la inflación, la cual se espera sea controlada con una fuerte alza en las tasas de interés por parte de los bancos centrales con el fin de frenar la demanda y evitar el crecimiento desbordado de los precios.
“El reto para los hacedores de política está en determinar hasta qué punto se debe subir el interés para enfriar la economía, pero sin llevarla a la recesión, lo que en ocasiones resulta inevitable”, señala Alejandro Escobar Correa, gerente estratégico de Sectorial.co.
Técnicamente se considera que una economía entra en recesión cuando registra dos períodos consecutivos de decrecimiento en su Producto Interno Bruto (PIB), siendo su principal característica la disminución en el consumo, la inversión y la producción, así como el aumento del desempleo. Aunque se hable de “ciclos económicos” no hay una periodicidad específica para el surgimiento de una recesión.
Cabe recordar que la última recesión que experimentó el mundo, especialmente Estados Unidos, fue la denominada “Gran Recesión” que inició a finales 2007 y se prolongó durante 18 meses, originada por la explosión de una burbuja inmobiliaria.
¿Qué pueden esperar los colombianos?
El año pasado varios países vivieron un periodo de fuerte contracción por el impacto de la pandemia del coronavirus, pero en la mayoría de las economías no alcanzó a ser una recesión técnica porque su PIB solo decreció un trimestre; así sucedió en el caso colombiano.
Para el 2023, si bien hay riesgo de que economías como la estadounidense entren en recesión, economistas de Goldman Sachs Group han evidenciado un decrecimiento en la probabilidad que entre finales del 2022 y enero del presente año pasó del 25% al 35%.
“Esta situación genera temores para otras economías como la colombiana, que también ha tenido que implementar una política monetaria contractiva y donde la inflación de enero de 2023 fue la más alta en los últimos 23 años, situación que anticipó el Banco de la República al subir la tasa de política monetaria en 75 puntos básicos para ubicarse en 12.75%”, agrega Correa.
Sin embargo, de acuerdo con analistas de la plataforma www.sectorial.co, no hay evidencia suficiente para anticipar una recesión en la economía en Colombia, lo que sí es claro es que la actividad económica va a experimentar una desaceleración fuerte, luego de dos años de positivo crecimiento. Esta desaceleración se empezó a sentir desde el último trimestre de 2022 cuando bajo la dinámica del comercio, se frenó la generación de empleo, se deterioró la calidad de la cartera y se moderaron expectativas por parte de empresarios y consumidores.
Para el Gerente Estratégico de Sectorial.co, el panorama es un tanto positivo en la medida que la economía colombiana también depende de las dinámicas de otros países con los cuales se tiene un considerable intercambio comercial. A la recientemente disminución en la probabilidad de recesión en Estados Unidos y las mejores proyecciones de crecimiento para la economía China, se le suma que Colombia podría verse favorecida en 2023 del restablecimiento de las relaciones con Venezuela.