Para abril de 2023 la variación anual de la inflación en Colombia se ubicó en 12,82%. Esta cifra, además de ser la más alta en los últimos 21 años, representa un panorama económicamente difícil para los hogares colombianos, no solo por la afectación en las finanzas de los ciudadanos, sino también por los inconvenientes en su capacidad de pago.
Lo anterior se vio reflejado en la encuesta “Demanda de Inclusión Financiera 2022”, pues los datos arrojaron que a 6 de cada 10 colombianos les ha pasado que, en los últimos 12 meses, han tenido dificultades para cubrir sus gastos; sin tener en cuenta situaciones personales como el desempleo y las enfermedades, que en la mayoría de los casos son factores que inciden en que sea más difícil pagar sus obligaciones financieras.
De hecho, la Superintendencia Financiera de Colombia reportó que, para febrero de 2023, el saldo de cartera vencida se encontraba en 27,5 billones de pesos. Ante esta situación, el sector financiero ha buscado alternativas para hacerle frente a posibles crisis, por ejemplo, se han modificado los plazos de pago y se ha promovido la educación financiera para que los colombianos no caigan en mora.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la educación financiera ayuda a que la ciudadanía sea más consciente y responsable sobre sus gastos, deudas y capacidad de ahorro. En Colombia, las entidades financieras han unido esfuerzos para informar cada vez más a sus usuarios, es más, la agremiación bancaria lanzó el programa de educación financiera “Saber Más, Ser Más”, con el propósito de que los colombianos tengan herramientas sobre la inversión y el manejo de sus obligaciones financieras.
“Hoy ninguna persona está exenta de estar reportada en una central de riesgo, por lo que el incentivo hacia la generación de conocimiento ha sido una de las medidas que el sector ha abanderado para que muchos colombianos puedan volver a adquirir un crédito de manera informada y con asesoría idónea, sin la necesidad de recurrir a alternativas como el gota a gota o pagadiarios”, explicó Manuel Bustamante, gerente general adjunto de Mibanco Colombia, empresa del Grupo Credicorp.
Adicional a la educación financiera, y para evitar que los colombianos recurran a alternativas fuera del sistema, el trabajo en conjunto de los bancos con el sector público ha sido fundamental. Muestra de esto, es el Programa de Acompañamiento a Deudores que, durante su vigencia, logró que las carteras riesgosas y vencidas de todas las modalidades de crédito continuaran desacelerándose, o la Ley “Borrón y Cuenta Nueva”, que benefició a más de 12 millones de colombianos que tenían reportes negativos en las centrales de riesgo.
Para el gerente general adjunto de Mibanco Colombia, los casos en mora están siendo priorizados por las entidades financieras, fomentando estrategias para que las personas que se encuentran en esta situación permanezcan en el sistema y cuenten con una segunda oportunidad.
En este sentido, es clave que el sector financiero y el sector público continúen trabajando, no solo por aumentar la educación e inclusión financiera, para que las personas tomen las mejores decisiones frente a su capacidad de pago, sino también para facilitar la permanencia en el sistema financiero de cara a una contribución positiva en el progreso y desarrollo del país.