El estudio “Mujeres Millennial: profesionales, trabajadoras, urbanas” realizado por el Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, INCAE, busca entender las vivencias y perspectivas, personales y profesionales, de las mujeres que nacieron entre 1981 y 1996 en Bogotá, Lima, Buenos Aires, Sao Paulo y Rio de Janeiro.
La investigación reveló valiosos resultados acerca de cómo estas mujeres perciben varios ámbitos de su vida: carrera, emprendimiento, maternidad, hogar y pareja, movilidad social, bienestar financiero, entre otros.
Sin embargo, los hallazgos encontrados en este segmento de la población puntual, distan de la percepción común y resulta identificar un grupo de mujeres con alto potencial de incidencia en el desarrollo de las sociedades y la economía de sus países.
Es por esto que en esta oportunidad el enfoque del estudio desarrollado en abril de 2020, se encuentra en una muestra de mujeres millennial entre las cuales se encuentran 40 % solteras y 55 % en pareja (casadas o en unión libre), con título profesional universitario y trabajadoras (contratistas o empleadas en el sector privado), que habitan la ciudad de Bogotá.
Margaret Rose Grigsby, Directora Académica del estudio Mujeres Millennial: profesionales, trabajadoras, urbanas, manifestó que “se encontraron hallazgos importantes, entre otros destaca la movilidad intergeneracional ascendente que evidencia que las mujeres millennial, a diferencia de sus padres, tienen un título universitario y mejores ingresos y condición de vida”, lo que además se convierte en un modelo de referencia para sus hijos, conforme los resultados del estudio.
A nivel educación
El 78 % de mujeres millennial profesionales encuestadas, adquirieron su título universitario, de las cuales el 22 % han cursado al menos un posgrado. Sobresale en el tipo de carreras escogidas, el 28 % corresponde a Ciencias Económicas y Administración; 20 % Salud y 18% Arquitectura e Ingeniería, presentándose el resto de carreras, cada una con menos del 8 % (Entretenimiento, Publicidad y Marketing, Relaciones Públicas, Turismo, Gastronomía y Educación).
Un 75% tiene un plan de carrera, el cual ha sido diseñado por ellas mismas (86%) frente a una baja minoría que ha recibido o construido este plan de carrera con su su empleador (12%).
Frente a sus padres, resultan ser mujeres con mejores niveles de formación, siempre que en casi un 50% sólo cursaron primaria o secundaria y cerca al 25% terminaron estudios universitarios. De la misma manera, este segmento de mujeres superan niveles de estudios frente a sus parejas, pues 65% de ellos cuentan con título universitario y 15% ha cursado un posgrado. De esta manera, se identifican un nivel de formación competitivo y sobresaliente respecto a su entorno inmediato.
Para la mitad de estas mujeres, el foco está en su desarrollo profesional aunque no les es esquivo la maternidad, pero antes quieren alcanzar sus metas profesionales para luego tenerlos con tranquilidad, lo que resulta un camino viable, siempre que el 65% considera que sí tiene un balance entre su vida personal y laboral.
Van rompiendo paradigmas: Hogares equilibrados
Quienes viven con su pareja en unión libre o matrimonio (55%) casi la mitad afirma tener cargas por iguales con su pareja en las tareas del hogar, el 35% ganan más que su pareja y el 23% gana igual que su pareja, siendo en la gran mayoría ellas proveedoras del hogar en partes iguales con su pareja (70%). Respecto al rol de ser madres, sólo el 11% considera que esto afecta negativamente las ambiciones y oportunidades laborales de las mujeres y sólo el 13% se ha visto afectada en el trabajo por usar la licencia de maternidad, lactancia y horario escolar.
Respecto a sus hijos, un 87% se identifica con la afirmación de enseñarles sobre igualdad de género y el 90% procura que sus hijos e hijas se responsabilicen, junto con ella y su pareja, en las tareas domésticas. Estas circunstancias, junto con el ejemplo que ya reciben de las dinámicas personales y profesionales de sus padres, siembra nuevas generaciones que dejan atrás modelos de patriarcado y enfoque de la mujer únicamente en tareas del hogar.
En lo laboral
Las millennial de este segmento de la población tienen en promedio 9 años de experiencia laboral y han cambiado 3 veces de trabajo. Sus motivaciones para hacer este cambio es en su mayoría (87%) por mejores condiciones salariales/ingresos o por mejores beneficios laborales, siendo de muy bajo impacto haber tenido hijos y no poder continuar con su trabajo, no sentirse valorada o necesitar cercanía al hogar, cada una con un índice aproximado del 8%. Finalmente, el 54% de las mujeres encuestadas dice que su máximo objetivo profesional es emprender su propio negocio. Esto corresponde al hecho de ser ellas mismas quienes en su mayoría diseñan su plan de carrera, como lo evidenciamos anteriormente.
Búsqueda de asesoría financiera
La falta de sofisticación financiera es una barrera para construir patrimonio. El 36 % no la busca, el 19 % le pide asesoría financiera a su pareja, sólo el 14 % directamente a alguna entidad bancaria, la busca en medios informativos el 13 % y le pide asesoría a un amigo o familiar el 14%.
La vivienda alquilada puede responder a condiciones adversas para conseguir financiamiento o a la reticencia de los millennial en atarse a una hipoteca que será por décadas.
Este grupo es interesante, ya que el 61% tiene deseos de tener una casa propia y las entidades financieras podrían aprovecharlo diseñando productos que sean atractivos para estas mujeres jóvenes profesionales, se acota de estas conclusiones.
Esto no quiere decir que la desigualdad de género aún no persista. La mitad considera que las mujeres no son elegidas para un puesto de trabajo ante la posibilidad de ser madres y en igual proporción consideran que las mujeres se ven afectadas por el prejuicio en cuanto al trato y ambiente laboral y que las mujeres se esfuerzan el doble que los hombres para ser reconocidas profesionalmente.
Sin embargo, en algunos sectores se van dando pasos plausibles. En esa línea, este estudio es una oportunidad para revelar el perfil de este segmento de mujeres que participan en el mercado laboral, oportunidad también para que los gobiernos, incluso las empresas a través de entenderlas, puedan calibrar de mejor manera sus políticas y sus propuestas para poder atraerlas.