El Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró abril en 5,16 %.
Este dato representó un repunte y sorprendió a múltiples analistas que esperaban una cifra por debajo del 5 %.
En la variación y contribución anual, los segmentos que lideran son restaurantes y hoteles (7,71 %), seguidos por educación (7,38 %), alojamiento, agua, electricidad y gas (6,09 %), salud (5,31 %) y transporte (5,29%).
Todo apunta a que la tendencia a la baja quedó en pausa y es momento de replantear estrategias.
El dato muestra que todavía hay presiones inflacionarias y se pone sobre la mesa la posibilidad de que el Banco de la República suspenda su reducción de tasas. En este sentido, esperar a que se enfríe la economía -con todo lo que ello implica en materia de crecimiento- parece ser la opción más sensata para los próximos meses.
Eso sí, preparémonos para la verborrea presidencial acusando a la autoridad monetaria de impedir el crecimiento y, de paso, de ser propiciadores de un nuevo “golpe blando”, como los últimos centenares que ha vivido el afligido presidente desde que llegó a la Casa de Nariño.