La pandemia ha alterado radicalmente el panorama de riesgo global, según lo muestra el Informe de Riesgos Globales 2021 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). De acuerdo con la entidad, recientemente se han intensificado las disparidades existentes y los riesgos sociales en términos de resultados de salud, tecnología u oportunidades laborales.
La pandemia ha obligado a trabajar, aprender, comunicarnos y acceder a servicios de salud y financieros a través de interfaces digitales. Sin embargo, también son evidentes las diferencias digitales y en este marco, se aumentó la exposición a los ciberataques.
Por otra parte, la entidad señala que la brecha entre los que «tienen» y los que «no tienen», entre los países y dentro de los países, podría ampliarse sustancialmente y causar que miles de millones de personas pierdan oportunidades futuras.
En particular, los jóvenes que están a punto de experimentar los efectos de su segunda gran crisis mundial en una década. Pero, a pesar del impacto de la pandemia, los riesgos ambientales continúan dominando los primeros lugares por impacto y probabilidad hacia la próxima década, según lo señala el WEF.
Por primera vez, el informe también califica los riesgos de acuerdo con el momento en que los encuestados perciben que representarán una amenaza crítica para el mundo. Las amenazas a corto plazo (0-2 años) muestran preocupación por el impacto inmediato de la crisis en las vidas y los medios de vida, entre ellos las enfermedades infecciosas, las crisis de los medios de vida, la desigualdad digital y la desilusión de los jóvenes.
En el mediano plazo (3-5 años), los encuestados creen que el mundo se verá amenazado por riesgos económicos y tecnológicos que pueden tardar algunos años en cristalizarse, como explosiones de burbujas de activos, ruptura de la infraestructura de TI, inestabilidad de precios y crisis de deuda.
Los riesgos existenciales — pérdida de biodiversidad y avances tecnológicos adversos, colapso estatal, armas de destrucción masiva— dominan las preocupaciones a largo plazo (5 a 10 años).
En última instancia, WEF recalca que la crisis del COVID-19 ha sido una prueba de estrés de nuestra capacidad colectiva para responder a los shocks globales.
El Informe de Riesgos Globales 2021 destaca una serie de lecciones aprendidas que serán muy útiles en los años venideros, entre las que se incluyen la formulación de marcos analíticos, el fomento de los defensores del riesgo, la creación de confianza a través de una comunicación clara y coherente y la creación de nuevas formas de asociación.