Internet ha transformado las expectativas de los consumidores al poner énfasis en la inmediatez y velocidad, pero también ha generado desafíos, como el 39% de colombianos que siguen conectados a pesar de no considerarlo útil o beneficioso.
Las futuras economías de consumo incluyen áreas clave como la sostenibilidad, la automatización, el bienestar integral y el apoyo emocional, donde las empresas deben adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos para mantenerse relevantes y resilientes.
En las últimas décadas, Internet ha transformado profundamente la manera en que consumimos bienes, servicios e información. La inmediatez y la velocidad se han
convertido en factores clave, redefiniendo las expectativas de los consumidores y las estrategias de las empresas. Sin embargo, esta conectividad no siempre se traduce en un impacto positivo: el 39% de los colombianos sigue dedicando partes importantes de su tiempo a internet, incluso cuando consideran que no es útil o beneficioso. Más allá de estas percepciones, la red se ha consolidado como un eje fundamental que atraviesa todos los aspectos de la vida cotidiana.
Internet no solo ha sido un motor de cambio en el comportamiento de los consumidores, sino también en las tendencias de consumo, que ahora evolucionan a un ritmo acelerado. Para las empresas orientadas al consumo, esta rapidez plantea un reto significativo: diferenciar entre modas pasajeras y patrones de comportamiento que se mantendrán en el tiempo. Ante este panorama, el Laboratorio de Consumo de Bain & Company ha desarrollado un enfoque que combina una visión integral del comportamiento individual y un análisis de factores macroeconómicos, ofreciendo una visión general de estas futuras economías de consumo:
● La economía consciente y lenta: Este tema conecta con las preocupaciones actuales sobre la sostenibilidad y el impacto ambiental. Es una tendencia en alza que tiene implicaciones tanto para consumidores como para empresas, mostrando cómo los modelos de negocio deben evolucionar hacia un consumo más responsable.
● La economía del agente autónomo: La automatización y el uso de la IA para mejorar la vida cotidiana son temas de interés general. Esta economía resalta cómo la tecnología puede transformar las rutinas
y liberar tiempo, algo que podría resonar con lectores interesados en innovación y calidad de vida.
● La economía sobrehumana: El enfoque en el bienestar integral es una tendencia creciente. Incluir esta economía podría atraer a lectores interesados en temas de salud y estilo de vida, especialmente con la expansión de herramientas tecnológicas para el monitoreo personal.
● La economía del apoyo emocional: Este tema aborda un desafío social profundo y actual: la soledad y la desconexión en un mundo hiperconectado. Resalta una necesidad humana universal y abre la puerta a discutir soluciones innovadoras desde las empresas y los gobiernos.
“Las futuras economías de consumo están moldeando una nueva realidad que desafía las formas tradicionales de hacer negocios. Las empresas deben estar preparadas para evolucionar, adaptándose no sólo a las demandas del consumidor, sino también a los cambios sociales, económicos y tecnológicos que transformarán nuestra forma de vivir, trabajar y consumir. Es un momento clave para anticiparse a estos cambios y construir un futuro más resiliente e inclusivo.” afirmó Gustavo Fusoni, Socio de Bain & Company.