De acuerdo con proyecciones de la OCDE, la recuperación económica estadounidense impulsada por el paquete de estímulo aprobado recientemente por las autoridades norteamericanas, ayudaría a alimentar un repunte económico mundial más rápido de lo esperado.
La entidad espera que la producción mundial se eleve por encima de los niveles previos a la pandemia para mediados de 2021, después de que las principales economías mostraron una mayor resiliencia a fines de 2020, y a medida que aumenta la evidencia de la eficacia de las vacunas y los Gobiernos agregan estímulos adicionales a la demanda.
Así las cosas, la OCDE mejoró sus perspectivas de crecimiento mundial para 2021 de 4,2 % a 5,6 % mientras que para Estados Unidos aumentó su previsión más del doble a 6,5 %. Los modelos indican que las medidas elevarán la producción alrededor de 3 % a 4 % en promedio en el primer año del paquete.
Los costos de endeudamiento y los precios del petróleo en EE.UU. han vuelto a los niveles anteriores a la crisis en las últimas semanas, lo que ha generado repercusiones en los mercados mundiales. Como consecuencia, el aumento de las expectativas de inflación está ejerciendo presión sobre los bancos centrales, que buscan garantizar una recuperación sin problemas con políticas prolongadas y flexibles.
También se destaca que hay una creciente divergencia entre sectores y geografías. A medida que EE.UU. avanza con una tasa de crecimiento en 2021 más cercana al 7,8% de China que al 3,9% de la eurozona, la OCDE espera efectos indirectos positivos para algunas otras economías, particularmente Canadá y México.
Europa por su parte, está en una senda más gradual con las restricciones que han implementado los Gobiernos y el estímulo discrecional total que sería relativamente leve, lo que reduce ligeramente las perspectivas para Francia e Italia en 2021. Las previsiones para este año y el próximo sugieren que algunas economías europeas, como Italia, España y el Reino Unido, no recuperarán el PIB perdido en 2022.
Riesgos a la vista
Según resalta la OCDE, existen riesgos considerables para las perspectivas ya que un despliegue más rápido de las vacunas podría elevar aún más el gasto y la confianza, pero las mutaciones de virus también podrían frustrar la batalla contra la pandemia, causando mayores pérdidas de empleos y más quiebras de empresas.
Así las cosas, la principal prioridad política es garantizar que todos los recursos necesarios se utilicen para producir y desplegar completamente las vacunas lo más rápido posible en todo el mundo, para salvar vidas, preservar los ingresos y limitar el impacto adverso de las medidas de contención en el bienestar.
La incertidumbre significa que las políticas fiscales deberán depender del estado de las economías y ser más específicas. La entidad reiteró una advertencia de que los Gobiernos deben pecar de cautelosos y no endurecer las políticas demasiado rápido, como sucedió tras la crisis financiera mundial.
También se hace un llamado para que los bancos centrales mantengan las políticas extraordinariamente acomodaticias, incluso si la inflación general supera los objetivos temporalmente. Para la Reserva Federal, eso significa que debería usar su nuevo marco flexible de metas de inflación promedio para evitar aumentos inmediatos en las tasas.