Los cambios en los hábitos de vida que ha representado para todos la pandemia del Covid-19, ha traído consigo no solamente el teletrabajo, sino la mayor exposición a dispositivos tecnológicos, que pueden convertirse en amenaza para la salud auditiva si no se utilizan de manera adecuada.
A propósito del Día Internacional de la Conciencia frente al Ruido que se celebra este 28 de abril, hay que tener en cuenta que la Organización Mundial de la Salud difundió recomendaciones para evitar la sordera como consecuencia del mal uso de auriculares, un problema que afecta a casi la mitad de las personas entre los 12 y 35 años en el ámbito mundial.
Según las proyecciones del organismo, para 2050 una de cada diez personas padecerá algún grado de discapacidad auditiva. Y se espera que el uso indebido de auriculares será el causante de esta situación no sólo por la música que podemos escuchar a través de los dispositivos, sino las clases, conferencias virtuales y mayo exposición a pantallas.
“Infortunadamente como no tenemos esa cultura de detección vemos señales de alerta cuando la persona empieza a pedir que le repitan las palabras, se dejan de escuchar ruidos de frecuencias altas como las voces femeninas o los timbres de un teléfono”, comenta Andrea Bravo, directora Clínica para América Latina de MED-EL, empresa especializada en la fabricación de soluciones auditivas como implantes cocleares.
En Colombia se calcula que existen cerca de 5 millones de personas en riesgo de pérdida auditiva, que pueden verse impactadas por factores externos como el tráfico de las ciudades, el ruido de los aviones y actualmente, el alto volumen y mayor tiempo de exposición a los aparatos tecnológicos.
En la actualidad, existen alrededor de 466 millones de personas que sufren sordera moderada o severa y se estima que en 2030 la cifra llegará a 630 millones y en 2050 casi 900 millones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Quienes pierden la audición deben recurrir al implante coclear: un dispositivo que permite hacer posible el milagro de oír, de la mano de un proceso de rehabilitación que facilita que una persona sorda pueda no sólo tener una vida social normal, sino que no sea objeto de discriminación laboral por la ausencia de este sentido vital.
Aunque se calcula que 70% de las causas de la sordera tiene un origen congénito, es decir aquellas que determinan la pérdida de audición en el momento del nacimiento o poco después y que pueden obedecer a factores hereditarios y no hereditarios, o a complicaciones durante el embarazo y el parto, en la actualidad hay una tendencia a atacar a la población joven.
“Hay mucha hipoacusia (sordera) en pacientes jóvenes por cuenta del trauma acústico: tanto por el mal uso de audífonos como exposición a conciertos con ruido de alta intensidad, antes de pandemia. También vemos personas mayores con problemas auditivos por una gran exposición al ruido sin protección”, comenta la experta.
Generalmente las personas que más sufren de hipoacusia son los niños y los adultos mayores. Según cifras de la OMS, en la actualidad hay cerca de 34 millones de niños menores de 15 años con alguna discapacidad auditiva en el mundo, mientras que una de cada tres personas mayores de 65 años tiene algún grado de hipoacusia en la actualidad.
Recomendaciones
• Tomar descansos en el uso de aparatos tecnológicos y procurar no mantener la música a todo volumen. Con los audífonos mientras se estudia, trabaja o se hace deporte.
• Tener espacios de silencio y meditación para ‘desintoxicar’ el cuerpo del exceso de ruido.
• Se considera que 85 decibelles durante un máximo de 8 horas es el nivel máximo de exposición sin riesgos.