Según un estudio realizado por FTI Consulting, para 2038 la adopción de la nube en Colombia generará 2,1 millones de empleos y US$24.8 mil millones en PIB.
Con la creciente demanda de digitalizar cada uno de los procesos dentro de las organizaciones, la adopción de tecnologías de Cloud Computing se ha vuelto una obligación. De acuerdo con un estudio realizado por NTT DATA y MIT Technology Review, que contó con la participación de 121 líderes empresariales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú, más del 80% de las empresas en la región ya trabajan habitualmente con servicios en la nube.
Sin embargo, ese mismo porcentaje de organizaciones señaló como principales desafíos la integración de la nube con los sistemas locales (on-premise), la seguridad de TI y las conexiones externas. Además, destacaron como principales desafíos, limitaciones presupuestarias (14%), dificultades en la gestión empresarial (12,3%) o en la necesidad de comprender el beneficio financiero y la viabilidad de las iniciativas (10%).
Frente a esta situación, la respuesta —señala Fernando Villate, Gerente Comercial de Gtd Colombia—, aunque clara, sigue siendo desconocida para muchas empresas que no cuentan con grandes equipos de tecnología: se trata de una solución estratégica que gana protagonismo en el mercado: Cloud Operations, o CloudOps.
“CloudOps nació para responder a los retos operativos reales que enfrentan las empresas en su viaje hacia la nube: falta de talento especializado, alta sensibilidad en sectores regulados y una presión constante por reducir costos sin sacrificar seguridad o disponibilidad”, explica Villate.
Por eso es tan relevante hablar de esta estrategia tecnológica en el ecosistema empresarial. Básicamente, se trata de un conjunto de prácticas, procesos y herramientas que ayudan a las empresas a gestionar, supervisar y optimizar todo lo que tienen en la nube.
Gtd Colombia, por ejemplo, desarrolló CloudOps como una solución modular, escalable y alineada con los distintos niveles de madurez tecnológica que presentan hoy las empresas latinoamericanas. Su diseño permite operar desde entornos multicloud hasta configuraciones híbridas que integran nubes públicas con infraestructuras locales o soluciones de colocation.
Lo que la diferencia en este mercado creciente, pero aún fragmentado, es su enfoque integral y su sólida presencia regional. A través de centros de datos propios, redes privadas y soporte localizado, la compañía ofrece lo que denomina una “sinergia híbrida”: la posibilidad de integrar soluciones cloud con infraestructura on-premise bajo una misma gobernanza.
Para Villate, lo que beneficia esta estrategia tanto a pequeñas como grandes compañías es que tienen la posibilidad de automatizar tareas repetitivas como la implementación de nuevas aplicaciones, la gestión de copias de seguridad o el ajuste de recursos; tener una mayor eficiencia y optimización de costos o tener una mayor estabilidad y disponibilidad de respuesta frente cualquier imprevisto de las herramientas y aplicaciones que usa la organización.
Lo más interesante de todo es que una implementación bien hecha puede traer beneficios en distintas áreas: desde una mejora en la eficiencia operativa hasta un impacto positivo en las finanzas empresariales.
Según una encuesta global realizada por Wipro FullStride Cloud Services a 1.300 ejecutivos de nivel C, una transición digital bien ejecutada se tradujo en un aumento tanto de ingresos como de rentabilidad.
Por ahora, Latinoamérica está en una carrera por convertirse en una potencia tecnológica. Y es en este punto donde la velocidad y la estabilidad marcarán la diferencia. CloudOps se perfila como la columna vertebral de aquellas organizaciones que no solo buscan sobrevivir, sino liderar en la nueva economía digital de la región.