Se abre la cuenta regresiva para quienes desean obtener la nacionalidad portuguesa por ascendencia sefardí. Tras confirmarse en el Parlamento portugués que la votación final sobre la reforma a la Ley de Nacionalidad se celebrará en septiembre 2025, expertos en movilidad internacional advierten: este es el último tramo para presentar solicitudes bajo las condiciones actuales.
El Gobierno de Portugal ha reiterado su intención de derogar la ley de 2013 que otorga la nacionalidad a descendientes de judíos sefardíes expulsados en el siglo XV. La medida, impulsada como parte de un paquete de reformas más amplias, ya superó su primera lectura en el Parlamento y será debatida en detalle durante audiencias públicas que se celebrarán hasta la tercera semana de septiembre.
Aunque sectores políticos lograron aplazar la votación —originalmente prevista para julio— el acuerdo parlamentario establece que este plazo no podrá extenderse más allá de la conclusión del Presupuesto del Estado 2026, consolidando así un límite claro y próximo.
En el nuevo escenario, se prevé que desaparezca por completo la vía sefardí como criterio autónomo para la nacionalidad. De aprobarse el texto gubernamental, la obtención de la ciudadanía exigirá periodos de residencia más prolongados (de 5 a 7 o hasta 10 años, según el origen del solicitante) y endurecerá requisitos generales, incluyendo mecanismos para revocar naturalizaciones en caso de delitos graves.
Aun con estas restricciones en discusión, los procesos abiertos y las solicitudes presentadas antes de la reforma seguirán bajo las condiciones vigentes. Por ello, despachos legales especializados enfatizan la importancia de actuar de inmediato para aprovechar esta ventana: “Estamos ante un momento histórico: la ciudadanía portuguesa por legado sefardí ha sido un puente de reencuentro cultural y una herramienta de movilidad global. Ahora es el momento de presentar la solicitud antes de que la ley cambie para siempre”, señaló Isabel Comte, jurista de la firma Martins Castro.
La nacionalidad portuguesa ofrece acceso a la Unión Europea, libre circulación en el espacio Schengen y derechos plenos como ciudadano europeo. Además, ha sido una opción clave para familias que buscan expandir oportunidades educativas, de inversión y de calidad de vida.
En síntesis, septiembre marcará un punto de no retorno. Las asociaciones de comunidades sefardíes, juristas y asesores migratorios invitan a los potenciales solicitantes a iniciar el proceso con urgencia y confianza antes de que la votación parlamentaria cierre esta histórica vía de acceso.