Uno de los factores que tiene un alto grado de correlación con el desarrollo económico de un país es la consolidación de su clase media, pues quienes la conforman se caracterizan por dinamizar el consumo de bienes y servicios, así como el ahorro de excedentes; generando las condiciones propicias para el aumento de la inversión y la creación de más puestos de trabajo para cubrir la creciente demanda, lo que termina ayudando a que miles de familias puedan dejar atrás la vulnerabilidad y la pobreza.
Por esta razón resulta preocupante que la clase media colombiana se deteriore, como lo muestran las cifras del Dane publicadas recientemente. Entre 2019 y 2020 la población en pobreza monetaria pasó del 35,7 % al 42,5 % (+6,8 puntos), los vulnerables pasaron de representar el 32 % al 30,4 % (-1,6 puntos), y la clase media pasó del 30,1 % al 25,4 % (-4,8 puntos).
La disminución de la clase media se puede evidenciar en la disminución en el gasto de consumo de los hogares, el cual tuvo una contracción de -2,2% en 2020.
Entre sus componentes, el gasto en bienes semi durables y en servicios fueron los que más se vieron afectados (-8,6% y -4,9% respectivamente). En cuanto a la finalidad, el gasto en transporte (-25,7%), prendas de vestir y calzado (-12,6%), restaurantes y hoteles lideran las caídas (-11,9%).