Durante la última década, las plataformas en línea se han vuelto omnipresentes. Las personas y las empresas recurren cada vez más a las plataformas en línea para intercambiar bienes y servicios (incluidos alojamiento, productos minoristas, servicios personales y profesionales). El impacto del COVID-19 aumentó aún más el uso de estos mecanismos, y entre otras cosas, permitió que las personas y las empresas siguieran trabajando y produciendo, respetando las reglas de distanciamiento físico.
El impacto de las plataformas en línea en las economías y sociedades es un tema complejo, incierto y muy debatido. En algunos casos, como atestigua la conmoción de la pandemia, las plataformas en línea pueden contribuir positivamente a la resistencia de las economías a las conmociones que implican graves alteraciones de la actividad económica física.
Sin embargo, la OCDE sostiene que, al mismo tiempo sus impactos a largo plazo en el empleo, la competencia, la dinámica de la productividad, la privacidad y seguridad de los datos y otras dimensiones socioeconómicas aún no se comprenden bien y es probable que estén mediados por las respuestas políticas.
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