Control Risks lanza su ‘RiskMap’ para 2023 con cinco áreas de riesgo para las empresas en todo el mundo

RiskMap aborda cinco categorías de riesgo: riesgo geopolítico, riesgo de seguridad, riesgo cibernético, riesgo operacional y riesgo regulatorio.

Las empresas de todo el mundo se enfrentarán a un complejo panorama de riesgos crecientes cuando comiencen el nuevo año en 2023. Sin embargo, la preparación y la gestión de riesgos pueden ayudar a preparar a las empresas y mitigar las interrupciones innecesarias. Este es el mensaje de Control Risks al lanzar su RiskMap 2023, que destaca cinco categorías clave de riesgo para el próximo año.

«El riesgo geopolítico, de seguridad, cibernético, operacional y regulatorio es nuestro enfoque para el RiskMap de este año», comenta Oliver Wack, socio y director regional para Colombia de Control Risks. «El año pasado elegimos el terrorismo como un área separada de enfoque, pero el ascenso de los talibanes se ha visto completamente eclipsado por una enorme escalada de hostilidades entre Rusia y Ucrania que ha aumentado el riesgo, la incertidumbre y la volatilidad en casi todas las áreas de nuestro RiskMap».

«Junto con las tensiones entre China y sus vecinos, esto significa que el riesgo geopolítico ha vuelto al centro del escenario para 2023», explica Oliver Wack. El lanzamiento de RiskMap 2023 de Control Risks se realizará el 16 de noviembre con una serie de mesas redondas virtuales centradas en tres regiones específicas: América, Asia Pacífico y EMEA.

Mientras que, en 2022, se destacaron los riesgos relacionados con el ciberespacio, el cambio climático, la geopolítica y el terrorismo, sentimos que el mundo todavía estaba en un período de transición para salir de lo peor de la pandemia, y no estaba claro hasta dónde llegarían las cosas en cada una de estas áreas, continúa Wack. «Bueno, 2022 definitivamente vio mucha escalada, y no parece que las cosas se desaceleren a medida que entramos en 2023».

Riesgo geopolítico: desafío, desacoplamiento y eliminación de conflictos en la relación entre EE. UU. y China

Estas tres situaciones dictarán el panorama de riesgos para 2023, de acuerdo con el RiskMap 2023 de Control Risks. Si bien el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania continuará presentando un alto riesgo geopolítico y de seguridad, el conflicto entre Estados Unidos y China tampoco muestra signos de disminuir pronto.

«El conflicto directo entre Estados Unidos y China sigue siendo muy poco probable en 2023, pero la competencia y la confrontación se están moviendo de los ámbitos del comercio y la tecnología al dominio militar», comenta el analista. «A falta de un conflicto activo, las empresas en 2023 deben monitorear los esfuerzos concertados para desacoplar las cadenas de suministro críticas, lo que solo se acelerará a medida que China y Estados Unidos absorban e interpreten las lecciones del conflicto en Ucrania».

Sin embargo, el aumento de las tensiones bilaterales no afectará a todas las empresas por igual. Aquellos en sectores estratégicos y de alta tecnología que operan o hacen negocios con ambos países enfrentarán riesgos políticos crecientes. Mientras que para muchas empresas en industrias menos sensibles, las cosas continuarán operando en condiciones de negocios como de costumbre. También hay oportunidades para las empresas estratégicamente ubicadas, ya que Estados Unidos se compromete a reubicar, nearshore e industrias estratégicas «friend-shore», como semiconductores, baterías EV y minerales críticos.

Riesgo de seguridad – Guerra, y todo lo que va con ella

Un conflicto importante que involucra a potencias nucleares ha alterado por completo el panorama de riesgos de seguridad internacional para 2023 en comparación con 2022, y esto continuará coloreando todas las evaluaciones de seguridad para el próximo año.

«Las suposiciones sobre pilares como los mercados globalizados y las cadenas de suministro han sido severamente probadas en los últimos tiempos por políticas populistas, guerras comerciales y pandemias». Oliver Wack comenta: «Pero pocas organizaciones habían considerado seriamente el riesgo de un conflicto regional importante en Europa o Asia Oriental. En 2023, la guerra, o la perspectiva de guerra, en varias líneas de tiempo y desencadenantes debería ser alta en el registro de riesgo de todos».

Si bien el desbordamiento de la guerra entre Ucrania y Rusia todavía es posible, incluido el aumento de las tensiones en los Balcanes, los Estados bálticos y Asia Central postsoviética, el espectro renovado del conflicto nuclear también arrojará luz sobre otros puntos críticos, como Israel-Irán e India-Pakistán.

«Como la guerra de Ucrania nos ha recordado tan sorprendentemente, los puntos de alteración locales o regionales pueden tener impactos globales, por lo que la cadena de suministro y las estrategias de mercado no pueden desarrollarse aisladamente de los escenarios geopolíticos». comentó Wack.

Identificar, preparar y monitorear estos escenarios debe ser ahora una parte integral de los procesos de planificación estratégica y toma de decisiones de las empresas y organizaciones, no solo un tema para la gestión de crisis localizada y reactiva.

Riesgo cibernético: se acerca el fin de las redes globales

En 2023, las empresas pueden esperar ver el surgimiento de una ruptura fundamental de las redes cibernéticas globales en distintas arquitecturas regionales o incluso nacionales, causada por la militarización del ciberespacio y un choque de intereses nacionales.

Mientras tanto, las estimaciones indican que más del 60% del PIB mundial se digitalizará en 2023. «Si bien las inversiones en tecnología aumentan en todos los ámbitos, los principios y activos que rigen el ciberespacio se están erosionando», comenta Oliver Wack. «Hablar de la Web 3.0 o el metaverso continuará ondeando a través de las salas de juntas, pero la realidad será muy diferente».

En 2023, más del 75% de la población mundial estará cubierta por al menos una regulación de privacidad de datos. Este hecho duro, combinado con sanciones a tecnologías o proveedores específicos, significa que la ilusión de un ciberespacio verdaderamente global se está desvaneciendo rápidamente.

Para las empresas que buscan oportunidades en ciberseguridad durante 2023 y más allá, Control Risks apunta a invertir y desarrollar entornos digitales descentralizados que proporcionarán mayor agilidad, seguridad y resiliencia a quienes los adopten.

Riesgo operacional – Gestión mientras se adapta: sobrevivir a la interrupción energética

La gestión de la disrupción energética mientras se persigue la adaptación será el principal riesgo operativo que las empresas y los gobiernos enfrentarán en 2023.

«La energía ha regresado como el principal impulsor de la disrupción global, pero no solo estamos experimentando un evento geopolítico», asegura Wack. «Este será un cambio permanente y sistémico. No habrá retorno a una estabilidad anterior a 2022».

El mundo ha cambiado, y las empresas deben planificar no solo cómo sobrevivir al shock de precios y oferta a corto plazo, sino también cómo prosperar en un nuevo sistema energético global completamente reconectado.

Sin embargo, la crisis energética trae consigo nuevas oportunidades para las energías renovables, que podrían ofrecer una fuente importante de estabilidad y previsibilidad a largo plazo para las empresas. De una nueva generación de energía nuclear al hidrógeno y grandes avances en baterías y tecnologías, la transición energética está destinada a liderar el mundo en innovación. Por lo tanto, es importante que las energías renovables permanezcan en el centro de la planificación operativa de las empresas para 2023, ya que se vuelven más rentables que las alternativas insostenibles.

Riesgo regulatorio – Los vientos económicos en contra traen turbulencia regulatoria

Si el riesgo operativo de 2022 pudiera resumirse en shock, inflación y disrupción, entonces la austeridad, la escasez y la lucha marcarán la pauta en 2023. Para las empresas, esto significará una combinación disruptiva de intervencionismo estatal, imprevisibilidad de políticas e intenso escrutinio gubernamental.

«Nuestro principal riesgo regulatorio para el año es la turbulencia causada por las respuestas de gobiernos a condiciones económicas más duras y una mayor fragilidad fiscal», explica Oliver Wack. «Los gobiernos de todo el mundo se centrarán en los ingresos y se esforzarán por estabilizar las finanzas estatales. Dondequiera que vayan, el mundo corporativo sentirá el impacto de una forma u otra».

Lo que esto significa para las empresas es que deben vigilar de cerca la estabilidad geopolítica y política interna de los países donde tienen operaciones, así como observar múltiples factores interrelacionados, como la popularidad y competencia del gobierno, el aumento del populismo, las condiciones económicas, la escasez de seguridad alimentaria y energética. Todos estos factores y más Impulsan la naturaleza, el tono y los objetivos de los movimientos políticos individuales de los gobiernos, así como las reacciones a ellos.

«Stand by para la resistencia a la complejidad regulatoria; estar a la espera de la turbulencia, incluida la inestabilidad política y los disturbios sociales», concluye Wack.