El plan de estímulo que el presidente electo de EE.UU., Joe Biden, dotado con 1,9 billones de dólares, ha generado preocupación entre los inversores ante la posibilidad de que su financiación implique una subida de impuestos.
El plan contempla aumentar las ayudas directas a las familias y las prestaciones por desempleo, subir el salario mínimo y destinar recursos adicionales para luchar contra la epidemia de coronavirus.
Los mercados esperan que Biden presente en febrero un paquete adicional de medidas que incluiría un plan de inversión de unos 3 billones de dólares centrado en el desarrollo de infraestructuras y en la promoción de las energías renovables.
Según el departamento de análisis de Renta 4 Banco, la financiación de estos paquetes de estímulo procederá básicamente de un mayor endeudamiento -deuda que, a su juicio, compraría la Reserva Federal- «y no tanto de un incremento de impuestos o de un recorte de gastos».
Sin embargo, los analistas de Renta 4 Banco reconocen que los mercados han mostrado «cierta preocupación por si finalmente se necesita financiación vía aumento de impuestos».
«El paquete de estímulos mantiene el optimismo sobre una mayor reactivación económica, pero genera preocupaciones sobre cómo lo pagará EE.UU.», apunta Sergio Ávila, de IG.
En su opinión, entre los inversores «surgen dudas adicionales sobre cómo serán las subidas de impuestos necesarias para financiar este elevado gasto».
Además, añade el analista de IG, «se espera un fuerte aumento de la deuda pública», lo que podría elevar los tipos de interés de los bonos, «un factor negativo en un momento en el que la economía todavía tiene dificultades».
Al margen de las vías de financiación, los analistas coinciden en que el importe del plan de estímulo está en línea con lo esperado.
Sara Carbonell, de CMC Markets, lo considera «ambicioso» y cree que tendrá un impacto positivo en la economía estadounidense.
No obstante, precisa que aún es pronto para determinar si el plan expuesto ayer por Biden será suficiente.
El presidente electo de EEUU necesitará ahora el respaldo del Congreso para sacar adelante sus medidas.
Renta4 Banco cree que los principales puntos de fricción con los congresistas republicanos serán las ayudas a los gobiernos locales y la subida del salario mínimo.
El Partido Demócrata se ha asegurado el control de las dos cámaras del Congreso -el Senado y la Cámara de Representantes-, pero en algunos puntos del plan son necesarias mayorías reforzadas.
El plan de estímulo presentado ayer incluye 465.000 millones de dólares para aumentar las ayudas directas a las familias -que llegarán a 2.000 dólares y 350.000 millones de dólares para elevar en 400 dólares por semana las prestaciones por desempleo, según datos recogidos por el Comité por un Presupuesto Federal Responsable.
Biden destinará 350.000 millones de dólares a prestar ayudas de emergencia a los gobiernos estatales y locales; y 170.000 millones de dólares a reabrir escuelas y universidades.
Además, se dedicarán 160.000 millones de dólares a combatir la epidemia de coronavirus, lo que incluye un programa de vacunación; y 120.000 millones de dólares a ampliar los beneficios fiscales por hijos.
EFE