Quiéralo o no, preparado o no, todos, en algún punto de la vida estarán involucrados en una venta. No se trata necesariamente de bienes o servicios, puede ser una entrevista laboral, la negociación de un mayor salario, o pedirle el favor a un compañero de trabajo. En últimas, una venta no es más que el resultado de una relación entre dos partes.
Dicho esto, el combustible de cualquier empresa son sus ingresos; es decir, ventas. De ahí la importancia de incrementarlas, por esto se destinan miles de horas en capacitaciones para equipos comerciales y de mercadeo, millones de pesos se van en publicidad y se introducen programas de incentivos y comisiones.
Sin dejar de lado estos factores, hay ciertos pilares que deben considerarse en todo momento a la hora de vender. En torno a ellos se pueden construir estrategias e innovar en las formas de acercarse al cliente, pero las bases siguen siendo las mismas. Dominarlas es la clave para conseguir clientes e impulsar las ventas.
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