En un entorno donde la búsqueda de talento calificado se ha vuelto cada vez más competitiva, las empresas pueden capitalizar sobre el deseo de las personas de desarrollar sus habilidades y su carrera profesional, brindando a sus colaboradores apoyo en la construcción de un plan de carrera robusto y acorde con sus aspiraciones profesionales.
Bogotá, julio de 2023. El desarrollo profesional es una de las principales preocupaciones de la mayoría de los trabajadores, especialmente en un mercado en el que escasean los candidatos altamente calificados. Para seguir siendo competitivas y lograr atraer y retener el talento humano, las empresas deben reconocer la importancia de invertir en el desarrollo profesional de su equipo.
Al ofrecer oportunidades de mejora y progreso de las competencias, las empresas no sólo atraen y retienen a los mejores talentos, sino que también se aseguran de que su plantilla sigue estando equipada con los conocimientos necesarios para prosperar en un panorama empresarial en constante evolución. Dar prioridad al desarrollo profesional de los empleados es una estrategia esencial para las organizaciones que quieren mantener una ventaja competitiva en el mercado.
Un estudio realizado por Workplace Intelligence y Amazon revela que el 74% de los empleados de la generación Millennial (nacidos entre 1981 y 1996) y de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) abandonen sus puestos de trabajo al cabo del primer año debido a las limitadas oportunidades de desarrollo de habilidades que ofrecen la mayoría de las compañías.
El estudio destaca la gran motivación de los empleados por mejorar sus competencias y avanzar en su carrera profesional. Cada vez más, los colaboradores priorizan el desarrollo profesional y están decididos a cambiar de empleador cuando no se sienten apoyados en su ambición de crecimiento y desarrollo de habilidades.
“El talento humano, especialmente el altamente calificado, busca avanzar su carrera, aspirando a obtener salarios más altos, un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, y un sentido de propósito”, explica Lina María Correa, directora de Talent Solutions, marca de ManpowerGroup especializada en gestión del talento humano y soluciones de liderazgo. “La disposición para la formación continua que hoy en día muestran muchos candidatos en el mercado laboral es una cualidad deseable para los empleadores que buscan contratar, ya que refleja un interés por el aprendizaje que a la larga puede beneficiar a la empresa y asegura una mayor competitividad”.
El estudio de Workplace Intelligence y Amazon también pone de relieve la preocupación de los empleados por carecer de las calificaciones (78%) y la formación (71%) necesarias para progresar en su carrera. Una parte significativa (58%) teme que sus competencias hayan quedado obsoletas, y el 70% no se siente preparado para el futuro del trabajo.
Otro cambio generacional importante tiene que ver con la transformación paulatina del liderazgo en las empresas, a medida que personas más jóvenes acceden a cargos directivos y posiciones de mayor responsabilidad. Estos nuevos líderes no sólo advierten la importancia de alcanzar los objetivos empresariales, sino que también enfatizan cómo se logran esos objetivos. Muchos aspiran a crear una experiencia laboral positiva en sus equipos, especialmente con las generaciones futuras, a las que desean inspirar.
Para promover el crecimiento profesional dentro de una organización, es crucial identificar la intersección entre los objetivos profesionales de los empleados y las necesidades de la empresa. De esta forma, los directivos pueden crear planes de desarrollo a medida que abordan las carencias de competencias y fomentan el crecimiento profesional de sus equipos de trabajo.
Esto puede lograrse mediante conversaciones periódicas y sesiones de fijación de objetivos, en las que se anime a los empleados a expresar sus aspiraciones profesionales y donde los directivos les orienten sobre cómo pueden contribuir estas aspiraciones al éxito general de la empresa.
Además, las organizaciones deben sugerir proactivamente a sus empleados oportunidades de desarrollo profesional. Esto puede incluir el acceso a programas de formación, talleres, conferencias e iniciativas de tutoría. Ofrecer una amplia gama de experiencias de aprendizaje permite a los empleados adquirir nuevas habilidades, ampliar su base de conocimientos y mantenerse al día con las últimas tendencias de su sector.
“Las organizaciones más competitivas demuestran su compromiso con el crecimiento de los empleados y crean una cultura de aprendizaje continuo en la que las personas se sienten apoyadas y motivadas para proseguir su desarrollo profesional”, asegura Correa, ejecutiva de Talent Solutions. “Promover una cultura de aprendizaje no solo beneficia a los empleados, sino que también mejora el desempeño general de las organizaciones”.
Las organizaciones que no invierten en el crecimiento profesional de sus colaboradores corren el riesgo de perder a sus mejores talentos, incluidos los miembros más jóvenes del equipo, que impulsan el futuro del trabajo en un momento en el que pocos pueden permitírselo. Y no es solo la retención lo que está en juego, sino las calificaciones y capacidades dentro de la empresa para superar los numerosos retos que se interponen en el camino hacia el éxito.